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MADRID.— El Santiago Bernabéu temía que con la ausencia de Cristiano Ronaldo la cacería al Barcelona fuera más difícil. Pero no hubo problema, apareció otro héroe igual de letal que el portugués: Gareth Bale.

El galés se vistió de crack, haciendo pesar los más de 100 millones de doláres que pagó el Real Madrid por él al hacer un hat-trick perfecto para encabezar la goleada merengue 4-0 sobre el Valladolid.

Bale brilló con un triplete (33, 64 y 89 minutos) y una asistencia, para encaminar a los blancos hacia la séptima victoria en ocho partidos de Liga jugados en el estadio Santiago Bernabéu.

El aporte del ex Tottenham fue en una tarde increíble para su currículo y para comenzar a despejar las dudas que lo rodearon cuando llegó a la entidad blanca. De pierna derecha, de izquierda y con la cabeza marcó sus valiosas anotaciones para que el Madrid no pierda la estela de los líderes blaugranas y del escolta, el Atlético de Madrid.

El francés Karim Benzema anotó el tanto restante de los dueños de casa (36’) y ya suma ocho goles en el certamen.

El Valladolid, por su lado, sumó su tercera derrota en los últimos cuatro encuentros y comparte el penúltimo lugar de la tabla junto al Almería y al Rayo Vallecano.

Ancelotti apostó a Xabi Alonso y Luka Modric en la construcción del juego de su equipo junto al joven Isco. Así, el Real Madrid dispuso de suficiente calidad como para elaborar buenas transiciones y llegar al área rival.

Sergio Ramos falló un par cabezazos de manera insólita en el ataque blanco y Ángel Di María estrelló un tiro en el palo, pero el Real Madrid tardó poco más de media hora en abrir el marcador.

Bale inició su cuenta goleadora al aprovechar un mal despeje del portero rival Diego Mariño y definió con un cabezazo seco al centro de la portería.

Apenas tres minutos después el propio galés sacó lustre a su botín izquierdo y asistió de manera mágica a Benzema, quien definió con otro remate de cabeza ante un Mariño derrotado.

La sentencia en el resultado se produjo en la segunda mitad, cuando Bale volvió a aprovecharse de un despeje fallido del rival, esta vez cedido por Carlos Peña, y fulminó a Mariño con un disparo de diestra, su pierna menos hábil.

La fiesta galesa se cerró entonces en los últimos minutos de encuentro, cuando Bale y Marcelo elaboraron una pared perfecta culminada con un centro raso del brasileño y una definición seca del ex Tottenham en la entrada al área. Y el Real Madrid volvió a aplastar a un rival mientras que Bale mostró que puede echarse al hombro a su equipo ante la ausencia de Cristiano Ronaldo.