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ELCHE.— Cristiano Ronaldo, ahora sí, se encuentra solo en el quinto sitio como máximo goleador histórico, del Real Madrid.

Dos goles del portugués, el último en agónico penalti, le dieron el triunfo a los Merengues sobre el Elche por 1-2 y lo ponen con 210 tantos, superando de esta forma, al fin, a Hugo Sánchez, quien se quedó con 208 en el sexto puesto.

El fin de semana pasado, Cristiano igualó a Hugo en el quinto lugar de goleadores de los blancos, con 208 anotaciones, ahora se quedó solo en esa posición.

No fueron nada sencillos. El primero lo hizo de tiro libre y el segundo, en el último minuto de juego, gracias a un polémico penalti que se marcó sobre el defensor Pepe.

Ahora, el portugués va en pos del cuarto puesto que ostenta el húngaro Ferenc Puskas, quien sumó 238 tantos de 1958 a 1966, años en los que se vistió con la casaca blanca.

¿Así gana el Madrid?

Fueron cinco minutos finales de locura, cinco minutos en los que el Madrid evidenció lo que todos saben, pero poco dicen.

Y es que el equipo de Ancelotti no se define aún. No es un equipo que arrase a la hora de atacar, dependiendo en gran porcentaje de lo que haga Cristiano Ronaldo; y en defensa se siente frágil, ya que con un poco que el rival los apriete, las deficiencias salen a flote.

Y así se vio cuando a los 90 minutos, Boakye remató un gran centro del lateral del Elche, Albácar, quien pasó por el extremo sin oposición de parte de Arbeloa.

El trabajo del Madrid se vino abajo. De nada sirvió el gol de Cristiano de tiro libre (50’); tampoco el gran trabajo de Diego López, quien había sobresalido con sus atajadas, ante la seriedad de Casillas en la banca.

El Madrid era un espejismo.

Pero el club merengue se distingue por las hazañas, y por lo menos lo iba a intentar. Apenas se reanudó el juego después del empate, una ráfaga blanca se fue encima del portero del Elche, quien rogaba porque el árbitro diera por terminado el juego. Pero faltaba algo más.

Se dieron cuatro minutos de tiempo extra, y a los 93’, ocurrió la polémica final.

Carlos Sánchez agarró a Pepe, o Pepe agarró a Carlos Sánchez. El silbante Muñiz Fernández vio lo primero y se decretó el penalti.

Y ahí se paró de nueva cuenta Cristiano Ronaldo, con el estadio Martínez Valero sobre él.

El portugués estaba sin miedo. Esperó el silbatazo con las manos en la cintura; se enfiló sin pensarlo dos veces y con la pierna derecha mandó el balón al fondo de la portería, rozando el poste derecho.

“¡Así gana el Madrid!”, comenzaron a cantar en la tribuna, y así, así ganaron los Merengues, unos blancos inciertos, dudosos, que dependen mucho de lo que haga Cristiano Ronaldo, el hoy quinto goleador en la historia del club madridista.