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De pronto, Centroamérica decidió hacer un frente común para derrocar el reinado de México, que aún conserva el apodo de Gigante de la Concacaf.

A partir de la crisis futbolística exhibida por el Tri a lo largo de todo el año, las voces de sus oponentes han dejado ver que hoy más que nunca, procuran el fracaso mexicano para dar pie a una histórica participación, en masa, de los centroamericanos en la Copa Mundial de Brasil 2014.

Hernán Medford, uno de los verdugos del Tri en el llamado primer “Aztecazo”, aplicado por Costa Rica en 2001, se olvidó de cualquier rencilla con los hondureños y dijo que “si no van al Mundial, no será culpa de los ticos, sino de ellos, porque Honduras depende de Honduras”.

Mejor aún, el presidente de la Federación Costarricense de Futbol, Eduardo Li, aseguró recientemente que “para mí sería fantástico”, porque “la verdad es esa, quiero que vayan los tres de Centroamérica [Costa Rica, Honduras y Panamá] al Mundial de Brasil, pero lo vemos de forma profesional ante Honduras y vamos por el gane”.

Y como para acentuar la guerra de declaraciones, el técnico de los canaleros, Julio César Dely Valdés, “bromeó” al cuestionar “¿se va a cantar el himno nacional de México o el de Argentina, el día del partido en el Azteca?”.

Aún hoy, Víctor Manuel Vucetich reprocha al estratega canalero el hiriente “chistorete”: “Es una falta de respeto y, en cambio, nosotros hemos mostrado prudencia”, reprochó el mexicano.

Por lo que resultó tardía la aclaración de Valdés: “No pido una disculpa, sino miles de disculpas por quien se haya ofendido con mi broma”, en alusión a los dos naturalizados del Tri, Lucas Lobos y Christian Giménez, quien tomó en serio el señalamiento de Dely: “Es algo que no esperaba y le está faltando el respeto, no sólo a mí, sino a México”.

Y aunque en Centroamérica se hable de un frente común, el secretario general de Concacaf, Enrique Sanz, asegura que “no hay dados cargados”. Sólo palabras.