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QUERÉTARO.—América ha caído de nivel. Aunque para este juego tuvo de vuelta a sus seleccionados, de los cuales puso de inicio a cinco, la realidad es que al ave como que le falta algo; como que algo no camina.

¿Extrañan al Piojo?

Simplemente ante Querétaro, el América no generó, no mostró su supremacía ni ambición, nada de ese carácter que le imbuía un tal Miguel Herrera.

¿Extrañan al Piojo?

Un empate a cero ante Querétaro es demasiado poco para la prosapia americanista, más que nada por la forma en que se consiguió. Porque si Querétaro no ofreció, América ni lo intentó, provocando que el juego se volviera un auténtico martirio para los ojos de los asistentes al estadio de La Corregidora, en Querétaro.

Pero se trata de sumar, de volverse prácticos y se adiciona, aunque sea de a punto. Un punto, y llegan a 36, que les garantiza a las Águilas sostenerse por una jornada más en la punta de la tabla, pero en cambio a los Gallos, les sirve de poco, al llegar a 23, porque ahora dependen de otros resultados, de Tigres y Veracruz propiamente, para seguir colgados del octavo lugar, que es el que da el último boleto para entrar a la Liguilla.

De nada le sirvió al América que Álvaro Galindo utilizara de inicio a Moisés Muñoz, que ni trabajo tuvo; a Adrián Aldrete, que ni ensució su uniforme; a Jesús Molina, que ni contuvo ni atacó, menos al Quick Mendoza y a Raúl Jiménez adelante. Nada generó el América, un América apático, triste.

¿Extrañan al Piojo?

En el minuto 12 vino la única de peligro cuando Narciso Mina en un tiro de esquina cabeceó y mandó el balón con dirección de portería, pero en la línea de meta, Jiménez salvó por los Gallos.

Después de eso, poco o nada. Sambueza se dedicó a tirarse al piso, a buscar faltas, a buscar broncas. Y los Gallos, ni a eso llegaron. Cosme pasó de noche, y si Cosme no anda, Esteban Paredes desaparece, y la verdad es que desapareció, sin dejar rastro.

Ni siquiera los cambios compusieron el juego, un juego al que los futbolistas simplemente le faltaron al respeto, porque el futbol se inventó para provocar alegría, no para provocar aburrimiento, tedio, tristeza, desgano, hartazgo, apatía, inapetencia, disgusto, pesadez, sopor, todo de lo que uno trata de alejarse cuando va a un estadio.

Nada ofrecieron ambos equipos. Y es que América se olvidó que busca el liderato general, que éste aún no está seguro. Querétaro, por su parte pareció conformarse con lo que ya logró, alejarse del tema del descenso, y que la calificación, si es que llega, será sólo un premio que se encontraron en el camino.

Gallos ni Águilas ofrecieron futbol. El América preocupa, porque se cae en la recta final.

¿Será que extrañan al Piojo?