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Saben que no estar en la XX Copa del Mundo sería uno de los efectos colaterales del fracaso, pero quizá no el más devastador.

Las verdaderas secuelas aparecerían de forma individual, al quedar marcados como la primera generación que no fue capaz de meterse a la principal justa futbolística del planeta con una eliminatoria a visita recíproca.

“Cuando venimos aquí, asumimos esa responsabilidad, somos conscientes de lo que nos jugamos, así que estamos acá con la misma ilusión de poder pasar, ganar y tratar de no llegar a ese repechaje”, admite Lucas Lobos, principal esperanza de modificar el rostro tricolor dentro del campo. “Esperemos que nos vaya bien”.

“No nos gusta pensar eso, pero sería un golpe durísimo no ir al Mundial. Todos nos jugamos mucho en esto”.

Panorama repetido por todas las voces, sin importar el presente o los años que les resten dentro del balompié.

Los futbolistas que militan en Europa han cumplido uno de los principales sueños en su carrera. También admiten que se verían afectados, si no llegan a Brasil 2014.

“La idea es ganar, para eso hemos trabajado”, ataja Javier Aquino, volante del Villarreal. “No nos gusta pensar en si quedaríamos marcados, pero es un hecho que la gente recordaría esto... Y los únicos culpables somos nosotros”.

Dolor que anhelan evitar, sin importar lo que les cueste. Más allá de que algunos han estado desde el inicio del hexagonal final de la Concacaf y otros fueron agregados como esperanza para intentar salvar un barco que ha padecido demasiado en la travesía, están conscientes de que nadie se salvaría de la despiadada crítica popular.

“Me juego mi carrera, mi prestigio”, reconoce Christian Giménez. “Estar en la Selección no es cosa de todos los días”.

“Para un jugador de futbol, lo más importante que te puede pasar es estar en la Selección y aspirar a una Copa del Mundo”.

Da lo mismo si no es la primera oportunidad. Ninguno se resiste al encanto de aparecer en ese torneo con el que soñaron desde pequeños.

Rafael Márquez y Gerardo Torrado son los de mayor experiencia. Ya participaron en tres Copas del Mundo... Y se aferran a una más.

“Todos nos estamos jugando mucho en esta eliminatoria, no sólo el prestigio”, advierte El Káiser de Michoacán. “A nadie, ni siquiera a ustedes [medios de comunicación], le gustaría ver a México fuera del Mundial. Por eso estamos aquí, para buscar ganar”.

Y no ser marcados como la generación que no pudo.