Las Águilas hicieron dos torneos de Liga memorables y lograron su campeonato 11

No hay dudas. Imposible negarlo. El América es el equipo del año. Sus números, además de un título de Liga y el reciente subcampeonato, redondean un 2013 inolvidable en la historia de las Águilas.

La línea ascendente que llevaba la institución azulcrema a partir de que Ricardo Peláez asumió la presidencia deportiva del club milloneta en 2012, en paralelo con el polémico director técnico Miguel Herrera, ha sembrado cifras envidiables en el equipo de Coapa.

Luego de dos liguillas en las que quedó eliminado en semifinales, apenas arribó 2013 y el América aprendió a ganar en el Torneo Clausura. El subliderato general, con 32 unidades, apenas tres menos que los Tigres, sirvieron para impulsar al americanismo a una Liguilla en la que obtuvo su campeonato 11.

Despachó a Pumas en cuartos de final, se desquitó del Monterrey en semifinales y se coronó a costa de Cruz Azul, en una final inolvidable, de alarido, con un cierre fantástico, luego de cargar con dos goles de desventaja en la agonía de aquel encuentro celebrado en el Estadio Azteca.

Luego, sin empacho, las Águilas se propusieron el bicampeonato y estuvieron a nada de lograrlo en el Apertura 2013. Superlíderes con 37 puntos, redondearon un año que totalizó 69 unidades.

Imposible competirle a un equipo que parecía dispuesto a llevárselo todo, incluso el boleto a la Copa del Mundo en Brasil 2014, luego del aporte de 10 jugadores, todo el cuerpo técnico azulcrema y hasta el presidente deportivo, Ricardo Peláez.

El desafío sacudió a la organización crema en las finales y aún así le alcanzó para encarar al León, en la gran final.

Por eso, ahora que se va junto con Miguel Herrera a la Selección Nacional, Ricardo Peláez hace cálculos: “Espero que no pese mucho [su ausencia del club], es difícil, no sé qué va a suceder, pero estoy seguro de que se le va a dar continuidad [al trabajo]”.

Feliz, el dirigente amarillo repasa rápidamente lo sucedido a lo largo de su estadía en Coapa: “Han sido dos años muy buenos por el grupo, por la familia que hemos construido en América, por los jugadores, por el cuerpo técnico, Miguel es una gran persona y estamos muy contentos. Es una realidad que el futbolista defiende con su trabajo al entrenador y a su directiva—, por lo que sólo me queda agradecer”, asegura, conmovido.

Aún presidente milloneta, en esta transición al cambio, en la que ha participado con el nombramiento de Antonio Mohamed como director técnico, Peláez presume a los cuatro vientos la suma de puntos y elogios. Imposible, en estos dos años, querer competir con ellos en la suma de unidades.

Sí, por eso Miguel Herrera está en el Mundial, con el Tricolor y Ricardo Peláez prepara maletas para hacerle compañía. Por eso el americanismo grita: “¡Ódiame más!” y es el mejor equipo de 2013.

La Fiera tuvo un gran segundo semestre en este año, para conquistar su sexta estrella

Hoy, todos lo conocen como el Rey de la Selva y su vestimenta esmeralda luce más brillante que antes. Algunos lo catalogan como La Fiera, otros simplemente, el León.

Y aunque la mayoría de los méritos son para el América, que mantuvo la inercia del semestre pasado al extremo de aterrizar en la gran final del cierre de 2013, el cuadro guanajuatense ha sido capaz de aportar un futbol agradable, intenso y espectacular.

Tanto, que hasta ha sabido recetar un indiscutible 5-1 sobre el favorito azulcrema, en la mismísima final del Apertura 2013.

Sin embargo, el éxito leonés apenas esboza un buen cierre de año, porque en el primer semestre, la situación había sido completamente diferente.

En el Torneo de Clausura 2013, el León se volvió a inmiscuir en problemas porcentuales al ocupar la posición 15, con apenas 16 unidades, situación que estuvo a punto de costarle el puesto al uruguayo Gustavo Matosas.

Peor aún, en el plano internacional, echó por la borda el boleto a la Copa Libertadores, al caer eliminado a manos del Deportivo Iquique, de Chile, por lo que ni siquiera participó en la fase de grupos del certamen continental.

Sin embargo, algo cambió en el equipo, que recuperó la alegría, el futbol y acumuló 30 unidades en un semestre inolvidable, que terminó con la corona en la gran final, a costa del mismísimo América, anterior monarca.

Algunos atribuyen ese mágico éxito al toque del empresario Carlos Slim, al que catalogan como el genuino Rey Midas, por esa capacidad de hacer valer todo lo que toca. Mas para Rodrigo Fernández, director deportivo del León, la fórmula se la deben al charrúa Gustavo Matosas.

"Mira, la varita mágica es la confianza que le da Gustavo al jugador, la confianza que le hemos tenido a él. Todos tratamos de hablar, de ponernos de acuerdo, nada es a fuerza. La comunicación y la humildad que hemos tenido con los jugadores ha ayudado", pondera Fernández.

"Por eso, en el balance final, tenemos buenísimos números, muy altos en cuanto al ascenso. Llevamos tres torneos. En la Liga de la Primera División, dos etapas de Libertadores, dos liguillas, una semifinal, la final y un campeonato", descubre, en términos globales. "Por eso estamos muy contentos y orgullosos del grupo, aparte, la mayoría viene desde el ascenso".

Eso habla "de un proyecto y un proceso del equipo donde se ha trabajado y eso es parte fundamental de Gustavo Matosas, con el cuerpo técnico y los jugadores", añade.

Otro factor vital para Fernández es la figura del capitán Rafael Márquez Álvarez: "Él apostó por nosotros y al final no se equivocó", presume orondo. "Quería un campeonato en la Liga mexicana y son muchas cosas. Para un equipo que tiene resultados se conjugan muchas cosas, sobre todo, la unión del grupo, de los jugadores con el cuerpo técnico y su directiva".