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Siempre que se habla de la Selección Mexicana como el “equipo de todos”, promovido incluso por los mismos comentaristas de Televisa. Sin embargo, a partir de que, en un plan de contingencia para llegar al Mundial, el América se ha convertido en la base del Tri para lograr la clasificación a Brasil 2014, ese afecto está más dividido que nunca, a decir de especialistas.

“El tema es bastante serio. Para las propias televisoras, aunque han venido empujando el tema y todo eso, hay mucha gente, me he encontrado, que no quiere ver los partidos contra Nueva Zelanda, porque aquellos que odian al América dicen esto no es la Selección, es el América, yo no lo voy a ver”, dice, en entrevista, Alberto Aguilar, economista y colaborador de EL UNIVERSAL. “Baja la audiencia, el negocio del futbol, a través de la franquicia de la Selección Mexicana, no se va a dar”.

Luis Ramón Carazo, consultor y consejero de empresas, precisa: “Lo que pasa es que el América, a diferencia de todos, es el equipo de más rating, porque es el más querido y odiado. Le interesa, para acabar pronto, a 75% u 80% de los aficionados al futbol, ya sea para verlo ganar o perder”.

El también colaborador de TDN agrega: “Si pierde, los leales al América van a seguirlo siendo. Lo que va a pasar es que lo van a odiar más. Entonces, lo que puede ocurrir mercadotécnicamente hablando, es que no les pase nada, porque va a haber burlas y todo, mas la marca ahí va a estar, para quererla u odiarla”.

Y es que, “el América es un equipo también que por su concepto, como el Guadalajara con sus mexicanos, que son modelos de negocio que difícilmente se pueden romper. Porque lo que pasa es que no puedes garantizar el resultado deportivo positivo”, explica.

“Guadalajara ahorita está pasando por una etapa muy dura y ya está reflejándose en la taquilla. Pumas era muy taquillero, como va mal en la Liga, se ha reflejado en la taquilla. Y, pese a ello, todavía a los Pumas los van a ver 13 mil personas, que a veces son las buenas entradas de otros equipos, como el Atlante”, aboga, concluye.