Fabián y Chatón llevan sonrisas a niños
VISITAN EL CRIT. Marco Fabián y Jorge Enríquez, presentes en el CRIT Guadalajara . (Foto: César Huerta )
cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Casi 20 minutos
después de lo planeado, Marco Fabián y Jorge Enríquez aparecen. Llegan
por separado en automóviles de lujo. Han venido a traer sonrisas, pero
también a llevarse un mensaje de vida. El Centro
de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) de Guadalajara les espera ya.
Chivas continúa con labor social.
La mirada del pequeño
Rafa se ilumina cuando ve el movimiento que provoca el arribo de los
futbolistas. Sobre su silla de ruedas, en la puerta de entrada, aguarda
desde hace un buen rato. Los jugadores abandonan
sus vehículos. Se encuentran con él. Se detienen para saludar. “¿A
quién le vas?”, pregunta Fabián. “¡A Chivas!”, responde a gritos el niño
sonriente.
A partir de entonces,
el 10 del Rebaño Sagrado lleva a Rafa por todo el CRIT. Durante el
recorrido, los futbolistas hacen varias escalar. A veces para tomarse
fotografías o dar autógrafos. En otras ocasiones
para escuchar las explicaciones de los médicos, sobre la labor de
rehabilitación que se realiza en este lugar con tres mil niños cada año.
“Chatón”, acompañado
por su pequeña sobrina Paula, cada vez que tiene oportunidad toma en
brazos a los niños que encuentra durante el recorrido. En muchos casos,
la terapia se interrumpe por algunos segundos,
pero las sonrisas fluyen por el lugar.
Los rojiblancos se
detienen con Paulina. Lo aparatoso de la máquina sobre la que realiza su
rehabilitación impresiona a los jugadores. Se detienen a conversar con
ella. “Soy chiva de corazón”, les dice, emocionada.
Marco Fabián pregunta sobre su recuperación. Es quien se queda más
tiempo.
Enríquez se topa con
una pequeña vestida de Blanca Nieves. La pequeña estira los brazos.
“Chatón" la carga, sonriente. No es que siempre vaya con esa ropa al
CRIT. Es un día especial. Brittany cumple hoy tres
años de edad. El futbolista le obsequia un dulce para conmemorar el
aniversario. Fabián, entretanto, se toma una fotografía con Diego y
firma un autógrafo a su rehabilitadora.
Poco más de una hora
después, el recorrido termina. Los futbolistas aseguran que están ahí
por su voluntad, sin obligación por parte de la directiva, que había
anunciado semanas atrás que parte del “castigo”
a los fiesteros, Giovani Casillas y Carlos Fierro, sería realizar labor
social. Fabián y Enríquez fueron excluidos de aquel escándalo.
“¿Quién decidió que
viniera? Pues yo. Primeramente me lo ofrecieron y me dijeron que si
quería venir y con mucho gusto yo vengo siempre porque tengo ganas de
convivir con estos niños. Siempre he dicho que tengo
un gran corazón. Soy muy noble, he pasado cosas muy fuertes y a final
de cuentas siempre soy el primero en querer conocer, porque esto no lo
conocía y sobre todo llenarme de vida con estos niños”, explica el 10
rojiblanco.
Y finalmente,
reflexiona sobre lo que acaba de vivir. “A veces uno está metido en su
vida y ve todo fácil, pero estos momentos te hacen darte cuenta de
diferentes cosas de la vida. Debemos agradecer a Dios
primeramente por la salud. Sobre todo te da fuerza, te motiva para día
con día luchar y sobre todo valorar cada momento de la vida, cuidarnos y
aprender de estos niños que son un ejemplo”, concluye.
Antes de despedirse,
Fabián obsequia a Rafa una camiseta de Chivas, con el 10 en la espalda.
Se la firma y se toma una última fotografía con él. El pequeño sonrisa.
Tenía terapia a las 16:40. Se la ha perdido,
pero lleva a casa un recuerdo imborrable de su ídolo.
hgm