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Será un vuelco a la historia del Atlas. Los 97 años de vida institucional que tienen los Zorros, terminarán de tajo, si la asamblea extraordinaria, convocada para este martes 19 de noviembre, decide aceptar algunas de las ofertas que han llegado para comprar al equipo.

Hundido en una severa crisis económica, con una deuda que ronda ya los 360 millones de pesos, al club rojinegro no le ha queda otra alternativa que poner en venta su principal activo: la franquicia de Primera División. Para eso, abrió un periodo en el que se podrían recibir ofrecimientos, mismo que ha terminado este lunes.

De acuerdo al presidente de la institución, el ex alcalde de Guadalajara Eugenio Ruiz Orozco, las ofertas se han recibido en sobre cerrado y será en la reunión de este martes, programada para las 17:00 horas, cuando se darán a conocer entre los 124 asociados, que deberán tomar una decisión.

La venta no será cosa sencilla. El postor que resulte ganador debe cumplir con una serie de requisitos, como mantener al equipo en la Perla Tapatía, además de respetar los colores y el escudo que han distinguido al equipo a lo largo de toda su vida.

El aspecto más complicado será sin duda el monetario. Atlas espera vender la franquicia de Primera División, los derechos federativos de todo el plantel y las acciones que tiene como copropietario del Estadio Jalisco en una cifra que ronde los 600 millones de pesos.

Y es que el deseo de un grupo importante de asociados es recibir no sólo dinero suficiente para cubrir la deuda actual que tiene la institución, sino que además sobre para repartir entre los 124 que tienen voz y voto dentro del conjunto rojinegro.

Esa es la parte que puede trabar el cambio de dueño. Un ofrecimiento de 360 millones de pesos, que cubriría el enorme pasivo del club, resulta interesante para la mayoría de franquicias en el máximo circuito del balompié mexicano. Sin embargo, los directivos de los Zorros apelan a la historia y tradición de su equipo para pedir mucho más.

Por ello, se ha abierto una posibilidad que aparentemente es poco conveniente: que no se dé el cambio de dueño. Un grupo de asociados rechaza la venta. En la votación, únicamente se necesita mayoría simple. Sólo una cifra extraordinariamente jugosa lograría unificar todas las voluntades. Si ningún postor resulta vencedor, el club tendría que continuar operando como hasta ahora, generando cada mes deuda de 20 millones de pesos más, tan sólo por el gasto operativo del equipo.

Llegado ese caso, la actual administración tiene ya un "Plan B" en el aspecto deportivo, que contempla la continuidad del técnico José Luis Mata y la salida de sus jugadores más caros, como Matías Vuoso, Leandro Cufré, Rodrigo Millar y Facundo Erpen.

Pero en el aspecto económico, el que ha llevado a la institución hasta este punto, Atlas no tendría salvación. La deuda seguiría incrementándose y con el desprendimiento de jugadores, el descenso sería una posibilidad muy cercana. Así, el día ha llegado. Este martes, la vida de los Zorros deberá dar un vuelco.

mcs