El mini-Tri que mata potencias
Los chavos del mini-Tri han lucido implacables con los poderosos y ahora han conseguido el pase a la final del Mundial Sub-17 ante un respetado y remible rival. (Foto: AP )
Argentina cayó abatido. Los niños mexicanos se han convertido en gigantes matapotencias.
Han sido el azote de esas selecciones que presumen la fortaleza de sus canteras y campeonatos mundiales a nivel absoluto.
Los chavos del mini-Tri han lucido implacables con los poderosos y ahora han conseguido el pase a la final del Mundial Sub-17 ante un respetado y remible rival.
Uruguay, Brasil, Holanda, Francia, Alemania e Italia han caído víctimas de los goles mexicanos desde la Copa del Mundo Sub-17 que se celebró en 2005 y en la que el título se tiñó de verde, blanco y rojo.
Esas playeras de peso en el balompié internacional no han amedrentado a los niños futbolistas del Tricolor.
Buena parte del éxito mexicano en este tipo de torneos ha radicado en victorias ante combinados de prestigio.
Brasil ha sido la víctima favorita de México a nivel infantil. Le quitó el título en la final de hace ocho años, le derrotó en 2009 en ronda de Grupos y en la presente edición echó a la Verdeamarelha en la ronda de cuartos de final en penaltis.
A Uruguay, México también le ha tomado la medida, ya que le ganó en 2005 en la primera ronda y en 2011 repitió la historia, pero esta vez, en la final para quedarse con su segundo campeonato juvenil en su historia.
Sobre los holandeses, el mini-Tri tiene un par de victorias. La primera en las semifinales del certamen de Perú y la segunda en la ronda de grupos de la Copa del Mundo en México.
¿Quién no recuerda aquella ocasión en que los niños mexicanos vencieron a los teutones? Era la semifinal de 2011 en Torreón y cuando parecía que el duelo se iría a penaltis, un “momificado” Julio Gómez hizo una chilena en los últimos minutos para que México accediera al partido por el título.