América deja ir ventaja de tres goles: 3-3
PIERDEN VENTAJA. El América no pudo salvaguardar la ventaja de tres goles con Tijuana. (Foto: Imago7 )
futbol@eluniversal.com.mx
Metió las manos en los bolsillos del
pantalón antes de sentarse en el banquillo con una nerviosa sonrisa.
Antonio Mohamed planea cambiar pocas cosas
en el América... Y media hora le bastó para comprobar que hurtarle su esencia
ofensiva sería un grave error.
Amarga presentación del Turco como
director técnico azulcrema. La herida provocada hace 15 días en Santa Úrsula se
abrió un poco más con el derrumbe de anoche en el StubHub Center. Su equipo
ganaba 3-0 con casi 40 minutos por jugar. Le empataron a tres, y no perdió
gracias a que el tiempo se le agotó a los feroces Xoloitzcuintles de Tijuana.
Águilas versión Mohamed, con intenso aroma
a Miguel Herrera, aunque sólo durante unos minutos. El argentino mantuvo el esquema
que ofreció éxitos al Piojo, ese en el que las llegadas de los laterales, la
solidez defensiva y el vértigo del contragolpe son clave. Cuando lo modificó,
vino la hecatombe.
El camino para este América es atacar o,
en su defecto, jamás renunciar a la opción que le ofrecen los veloces
latigazos. Quedó demostrado con la obra de arte fabricada por Raúl Jiménez. Con
Gabriel Rey como socio en el ataque, el chico volvió a mostrar esa capacidad
para firmar goles demenciales, aunque no es efectivo al 100%.
Antes de quebrar la cintura del defensa
Luis Trujillo y vencer a Cirilo Saucedo (30’), el canterano americanista erró
una opción clara.
Rasgo de un dominio que emuló al que el
actual subcampeón solía ejercer con el hoy entrenador nacional en el banquillo,
cuyo sucesor obsequia también sui géneris estampas en la zona técnica.
Mohamed no grita constantemente, entra en
pugna con el árbitro o festeja efusivamente. Lo de él radica en la percha.
Tan o más meticuloso que Herrera en su
atuendo, El Turco atrapó miradas gracias al pañuelo amarillo que presumió en la
solapa, pero —sobre todo— por las agujetas del mismo tono con las que anudó el
brillante calzado que utilizó.
Suficiente para hacerse notar... Hasta que
replegó a su equipo.
Jiménez casi se roba la noche con su
doblete, aunque El Turco tuvo un rol protagónico debido a esos cambios con los
que volvió tímidas a las Águilas. El silbante Giovani Estabridis también luchó
por el protagonismo al no invalidar el tanto de Rey (6’) por fuera de juego de
Paul Aguilar, además de señalar dos polémicos penaltis (uno para cada equipo) y
anular la anotación de Jesús Molina por una inexistente falta.
Los tantos de Cristian Pellerano (56’ y
61’) despertaron a los fronterizos, quienes empataron por conducto de Juan
Hernández Jr. (81’). Pero el momento de la noche fue el ingreso de Fernando
Arce hijo en lugar de su padre (91’).
Alegría que contrastó con la amargura de
Mohamed.