El Capello no es como lo pintan, dicen en CU

ENTREGADO. Mario Carrillo es un apasionado técnico del futbol. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
hector.morales@eluniversal.com.mx
El retrato que tiene una parte de la opinión pública acerca de Mario Carrillo describe a una persona soberbia, engreída, insufrible y hasta con dejos de locura...
Sus hoy dirigidos tienen otra imagen, otros trazos, porque El Capello no es como lo han pintado los medios y la afición del futbol mexicano. “Todo lo contrario” afirman en Ciudad Universitaria.
Desde que llegó impuso su método de trabajo. Estricto, cerebral, con la exigencia de un perfeccionista. La gesticulación eterna y los ademanes acompañan al estratega de la Universidad de México, como él mismo le dice a la escuadra del Pedregal.
El método de trabajo está exento de arrogancia o malos tratos, pero no de amabilidad y deferencia. Sus jugadores están maravillados con la forma de ser de su entrenador, de acuerdo con su narración de las últimas dos semanas bajo sus órdenes.
“Mario es una persona accesible, dialogante, respetuosa”, alaba Luis García Sanz, delantero felino. “Todos estamos contentos, está muy abierto a que hables con él, a que le preguntes; a que todas las dudas se las hagas saber para tener un buen entendimiento para llevar a cabo lo que él quiere”, resalta el ibérico.
Unos días de conocerlo le bastaron al atacante español para enumerar lo que considera virtudes de El Capello y rechazar cualquier teoría de un Carrillo extravagante en su forma de dirigir que pueda catalogarlo como un técnico raro o con ideas descabelladas, como en el imaginario colectivo se pone de manifiesto.
“No noto nada especial que diga: ‘¡Madre mía, qué locura!’”, ataja García. “La verdad es que es un entrenador especial, muy estratégico, metódico, y es lo que nos está aportando a todos los que estamos en el equipo”, resume.
Carrillo resulta más que un simple ocupante de un banquillo para Jaime Lozano. El Jimmy lo observa como un maestro, a quien hay que aprenderle todas sus lecciones, para después aplicarlas en su futuro como entrenador.
“Es una persona distinta, es muy respetuoso, cordial con todos”, enfatiza. “La verdad que es un placer volverlo a tener y ojalá que pueda estar mucho tiempo aprendiendo de él”, espera.
Como mediocampista veterano también ha resentido las correcciones de su técnico durante los entrenamientos. Lejos de ser un reproche, agradece la “afrenta” que pudiera ser el aleccionar a un hombre que debutó en el ya lejano Invierno 1998.
“Tengas muchos años en esto o no, Mario siempre te está enseñando, te corrige si haces las cosas mal, no importa el nombre que tengas”, revela. “No tenemos ventajas, el que él elija va a estar en el 11 inicial ante San Luis. Es un técnico distinto a la mayoría que me ha tocado”, define.
La pasión con la que vive Carrillo el futbol, le da un toque de Cupido que hace notar El Jimmy.
“Es muy estudioso, es alguien que se desvive por el futbol, pocos son así, que te enseñan algo distinto. Es un gran maestro y me parece que si quieres el futbol, con él terminas amándolo”, describe Lozano.
El cuadro que dibujan de Mario Carrillo sus pupilos es de una persona entregada al futbol, respetuosa con los suyos, amable y sabia. Nada que ver con el aquel que recrea a un personaje soberbio, engreído y hasta insufrible. El Capello no es como lo pintan, dicen en CU.





