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MORELIA.— Debido a los incidentes que ocurrieron al final del partido semifinal entre Monarcas y Cruz Azul, los integrantes del equipo michoacano se mostraron temerosos de que el juego de ida de la final contra los Pumas no se dispute en el estadio Morelos, el cual podría ser vetado, gracias a los incidentes.

Por lo pronto, el polémico Tomás Boy, director técnico del Morelia, optó por no acudir a la conferencia de prensa y en su lugar asistió el auxiliar Roberto Hernández.

Aunque la victoria de 3-0 sobre Cruz Azul los tenía emocionados, los futbolistas del cuadro local comentaron en todo momento lo sucedido en la agonía, cuando ingresó el espontáneo que generó la bronca.

“No sé cómo comenzó todo”, reconoció Aldo Leao Ramírez. “Ojalá que el equipo no salga muy lastimado o que haya suspendidos y castigados, porque no nos lo merecemos”.

A la preocupación del colombiano se sumó la de Adrián Aldrete, quien pidió que “no es justo que nos quieran castigar, porque el aficionado que se metió era de Cruz Azul”.

Asimismo, Rafael Márquez Lugo, autor de dos de los tres goles de Monarcas, prefirió evitar opinar de los incidentes y celebró la actuación del equipo, al argumentar que en este momento no deben perder la concentración, menos ahora que están en la final del certamen, a la que llegaron por méritos propios.

“Es el premio al gran esfuerzo de todo el torneo, el equipo es muy unido y la fuerza que nos da ver a Mauricio [Romero] con nostros, nos alienta mucho más”, dijo Rafa.

Jaime Lozano, autor del gol que “mató” a los cementeros, opinó: “Esto no es una revancha por echar a Cruz Azul, mi carrera futbolística va más allá. A Cruz Azul le tengo gran cariño, pero quiero ser campeón con Morelia”, compartió El Jimmy.

La realidad es que la bronca ocurrida en la agonía empañó el triunfo de los michoacanos y dejó preocupación en el ambiente, dado que podría no jugar en su estadio.