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TIJUANA.— Al fin Tijuana tiene “medio boleto” para la Primera División.

Los Xoloitzcuintles derrotaron por 1-0 a Veracruz, para con un global de 3-0 llevarse el torneo de Apertura 2010 de la Liga de Ascenso, y de esta manera tener derecho a disputar el boleto por subir al máximo circuito contra el ganador del próximo torneo.

El tanto fue obra de Raúl Enríquez a los 55 minutos, con lo que enterró en definitiva los sueños de los Tiburones Rojos del Veracruz.

De esta forma el técnico Joaquín del Olmo y sus dirigidos cierran un gran torneo, en el cual fueron los mejores, tanto en el campeonato regular, como en la Liguilla.

Veracruz, con la misión de anotar dos goles para empatar el marcador, salió con hambre a buscar el balón y a proyectarla sobre el marco defendido por Adrián Zermeño, quien tuvo una gran actuación al bajar la cortina a pesar del acoso jarocho. Éver Guzmán y Alejandro Leyva, los delanteros escualos, tiraron de todos lados para tratar de horadar de forma tempranera la cabaña de los locales y de esta forma mantener viva la ilusión de su equipo, que tuvo muchas ausencias por lesiones y suspensiones.

Después del vendaval, los Xolos recuperaron el control del juego y fueron los que más oportunidades de gol tuvieron, al controlar la media cancha y lanzar a Mauro Gerk, quien junto con Enríquez hacían sufrir a la defensa de los veracruzanos, la cual dejaba muchos espacios.

Lo más cerca que estuvo Veracruz de marcar fue en un tiro libre ejecutado por Juan Pablo El Loquito García, quien superó el lance de Zermeño, pero la pelota dio en el larguero.

Para la segunda parte, el tiburón se jugó el todo por el todo. Los espacios se agrandaron aún más y el orden se perdió, ante un siempre bien parado Tijuana, que no se dejó impresionar por el hambre que mostraba el rival.

Las acciones de peligro crecieron en favor de los fronterizos, Enríquez volvió a dar un aviso al estrellar el balón en Tomás Adriano, portero visitante.

En la siguiente oportunidad, el delantero tijuanense no falló, y a los 55’, aprovechó una descolgada a toda velocidad del Richard Ruiz, quien con total libertad llegó a la línea de fondo para mandar de forma rasa un centro en diagonal, al que llegó justo a tiempo para hacer saltar de emoción a la gente que llenó el estadio Caliente.

Con el triunfo en la bolsa, los Xolos comenzaron a manejar el encuentro al hacerse del balón. La orden de Del Olmo era no arriesgar en nada, y jugar con la desesperación del rival.

A tal grado llegó la frustración de los Tiburones Rojos, que las jugadas rudas comenzaron a aparecer. Al final del juego, Francisco Bravo, quien había entrado de cambio, se fue expulsado al agredir al portero local, Adrián Zermeño. Los ánimos se comenzaron a calentar, aunque al final las cosas no pasaron a mayor grado.

El silbante Antony Zanjuampa agregó dos minutos y silbó el final del juego. Todo Tijuana estalló de alegría ya que por fin pudieron alzarse con el título.

Están a mitad del camino.