Costillas zafadas, dedos rotos, quemaduras y hasta un infarto al miocardio han sido algunos de los riesgos que ha corrido el fotorreportero de policía Enrique Metinides en cinco décadas de cumplir con su labor bajo el lema de nunca soltar la cámara.

Si bien la sección policiaca es una de las menos apreciadas por la opinión pública, el fotógrafo de origen griego que empezó a tomar fotos a los 12 años, decidió elaborar el libro ?El Teatro de los hechos? que se presentó anoche en el Centro de la Imagen. Aunque Metinides admite que después de todos los accidentes en que se ha visto envuelto, los edificios que ha visto caer y los crímenes que ha presenciado, ya no le sorprende nada, no ha perdido la sensibilidad ante el dolor y la tragedia.

?A mí lo que me da mucha tristeza y siento muy feo, es cuando el accidentado es un niño, pero fuera de eso estoy muy acostumbrado?, afirma. Metinides empezó a fotografiar accidentes en su colonia y un día lo encontró un reconocido fotógrafo de ?La Prensa? y lo tomó como asistente para no soltarlo más y convertirlo en el decano de la placa policiaca.

?Recuerdo que todas las mañanas, íbamos a hacer rondas en un taxi y andábamos por Lecumberri, por el Hospital Juárez y por varias delegaciones?, cuenta. Uno de los mayores orgullos de este amante de las películas de gangsters y los ?pulps? o historietas policiacas gringas, es el hecho de haber creado las 65 claves numéricas que usan las ambulancias para identificar a un herido, a un muerto, un accidente automovilístico o un derrumbe.

?Con todo este traqueteo de ir y venir en las ambulancias y en los carros de bomberos, llegué a tener mucha experiencia y hasta desarrollar una sensibilidad especial, soñaba que estaba en un incendio y al otro día me tocaba ir a uno?, asegura y agrega que su fama fue tal que cuando alguien quería encontrar la nota, solamente lo seguían y listo.

Y es que este auténtico reportero, que tiene más de 3 mil objetos relacionados con los servicios de emergencia, nunca se conformó sólo con la foto, sino que buscaba la historia detrás para tener una visión más completa. ?Siempre me gusta buscar un ángulo que sirva a la composición, que se vea rara la foto, algo original?, enfatiza. Metinides comenta que hoy día es que antes se lograba una exclusiva gracias al acuerdo que se establecía con la policía para que te ayudaran.

?Antes te llevaban en la patrulla, te prestaban las pertenencias de la víctima, te dejaban retratar el cuerpo del delito en un crimen, pero eso ya cambió?, subraya al mismo tiempo que agrega que muchas de sus fotografías incluso fueron usadas por los peritos para investigar o determinar las condiciones del suceso.

Con fotos publicadas en México y el extranjero, Metinides asegura que siempre hay algo artístico y chusco.