Eduardo Soto Nava resultó ganador del Concurso Nacional de Piano Angélica Morales, cuya tercera edición finalizó en el Palacio de Bellas Artes, en un concierto en el que los tres finalistas tocaron con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Luis Samuel Saloma.

El ganador, quien obtuvo una medalla de oro, un cheque por 50 mil pesos y un piano de cola Yamaha, empezó a estudiar a los ocho años, ahora tiene 27 y su examen profesional se llevará a cabo en el Conservatorio Nacional de Música, el 23 de noviembre a las 19 horas.

"Traté de dar lo mejor de mí, me entregué con todo esperando lo que fuera. Es un momento maravilloso para mi carrera. Dudé en participar porque atravesaba por un momento emocional difícil de duda, pero me ayudaron mucho mis amigos de la comunidad cristiana a la que pertenezco. Mucho de esto se lo debo a Dios", dijo emocionado el ejecutante.

Rosa María del Sordo, Enrique Bárcena y Luz María Puente han sido sus maestros a lo largo de su preparación y ha tomado cursos con pianistas como Jorge Federico Osorio y Bernard Flavigny, entre otros.

Lo que no le satisface de los concursos, "son las cosas humanas, las envidias, los malagradecimientos, los orgullos", planteó el pianista, quien siente una predilección especial por los autores del periodo romántico, con Franz Liszt a la cabeza.

Aunque los contemporáneos no son totalmente de su agrado, dijo, "Secuencias", del español y mexicano Rodolfo Halffter --de quien se celebra el centenario de su nacimiento- terminó por gustarle.

Acerca del piano que acaba de ganar, aseguró, en broma, que tendrá que comprar otra casa para poder tenerlo y refirió que buscará una beca familiar para poder viajar con su esposa y sus dos hijos a realizar estudios de posgrado en el extranjero.

Acerca del disco que producirá BMG como parte del premio al primer lugar, Eduardo Soto manifestó que todavía no sabe qué obras incluirá.

Juan Zurutuza, de 19 años, quien inició su formación a los seis años con Susana Avendaño, siguió con Gastón Lafourcade y en la actualidad continúa con Guadalupe Parrondo, fue el ganador del segundo lugar de la competencia.

Con la mayor cosecha de aplausos de la noche este joven, que por momentos aparenta menos edad, manifestó que radicar en Querétaro no representa dificultad alguna, pues "hacer el viaje cada semana para ver a la maestra, vale la pena".

Con una preparación de cuatro meses para el concurso, Juan Salvador Zurutuza, quien obtuvo una medalla, un cheque por 35 mil pesos y un piano, aseguró que entre los contemporáneos le gustan Federico Ibarra y Rodolfo Halffter.

"Me sentí muy bien, feliz de estar aquí con los otros dos concursantes", finalizó el ejecutante.

Acerca de las lágrimas en sus ojos Claudia Alejandra Corona Castillo, la ganadora del tercer lugar -medalla, diploma y cheque por 20 mil pesos-, comentó: "Siento que toqué muy bien y considero que merecía un mejor lugar".

La pianista de 24 años abandonaba la tristeza a medida que contaba lo vivido minutos antes, pero también del futuro: "No es el fin del mundo. Es un punto más en la vida, esto me impulsa a seguir trabajando y al menos recibí un premio que no se recibe en cualquier concurso: un piano", dijo.

Alumna desde los tres años y medio, de sus padres los pianistas Patricia Castillo y Alejandro Corona y después de Néstor Castañeda, Robert Levin, Michel Beroff y Pascal Roger, Claudia Corona habló ya con una sonrisa de los dos conciertos que tocará como solista precisamente con Pascal Roger, con la Filarmónica de la UNAM los días 2 y 3 de diciembre.

Habló después del primer disco compacto que con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, empezará a grabar con música latinoamericana de Carlos Chávez, Mario Ruiz Armengol, Samuel Zyman, Alberto Ginastera y Heitor Villa-lobos.

En torno a lo que cambiaría de los concursos, la músico refirió que haría que el jurado fuera de número impar; en el repertorio no haría cambio alguno, pues le pareció acertada la selección de obras y en especial que se incluyan piezas de autores nacionales; aseguró que tampoco cambiaría el método de tomar en cuenta todas las etapas del concurso.

En su repertorio, Claudia Corona actualmente emprende nuevos caminos como la música latinoamericana, se interna también en el repertorio francés y pronto abordará la música española, sin dejar de tocar a los clásicos.

Martín Camacho fue acreedor de un premio extraordinario consistente en un piano, por la mejor interpretación del concierto de Tchaikovski; Juan Zurutuza recibió el premio a la mejor interpretación de la obra mexicana -?Sonata cuatro?, de Federico Ibarra- y Eduardo Soto recibió también el premio para la mejor ejecución de "Secuencias", de Rodolfo Halffter.

Los ganadores también recibieron una dotación de partituras de la casa editora Real Musical, en la ceremonia que tuvo como testigo de honor a Katsu Yuki Tanaka, embajador de Japón.

Los ganadores recibieron una cartulina con la imagen de los pianos que recibirán en breve, dentro de la celebración de los 100 años de la casa constructora Yamaha, que por primera ocasión patrocinó al Concurso Nacional de Piano "Angélica Morales".

En la última etapa del concurso, Eduardo Soto Nava y Juan Salvador Zurutuza Valdespino interpretaron el Concierto número 1, de Franz Liszt, y Claudia Corona Castillo interpretó el Concierto número 2 en Do menor Opus 18, de Serfei Rachmaninov, en una sala de conciertos del Palacio de Bellas Artes que estuvo muy concurrida. El jurado en esta ocasión estuvo integrado por Silvia Navarrete, Aurelio León, Edison Quintana y Nelly Ben-Or.