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?Ojalá que continúe el apoyo al arte popular?

Elda Maceda| El Universal
Domingo 29 de octubre de 2000
María Esther Echeverría entregó los premios Fonart; se recordó a Tonatiuh Gutiérrez, creador del Fondo Nacional para las Artesanías

"Nos vamos preocupados por lo mucho que falta por hacer, pero también nos vamos esperanzados de que el próximo gobierno continúe con este maravilloso proyecto porque hacerlo es apoyar a miles de hombres y mujeres trabajadores en todo el país" Así habló la antropóloga María Esther Echeverría Zuno, directora del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, durante la entrega del 25 Gran Premio de Arte Popular, ceremonia en la que participa la creación del que consideran es el gran ausente de la museología mexicana, el Museo de Arte Popular, que, dijo, promueve un grupo de mexicanos a través de organizaciones civiles con el apoyo del gobierno mexicano.

En la fiesta, que tuvo la música del grupo de son jarocho "Los Utrera", la antropóloga Echeverría entregó "Las manos de Fonart", galardón en cobre, a la esposa de Tonatiuh Gutiérrez, creador en 1973 del Fondo Nacional para las Artesanías, institución desde la que se inició el impulso de la comercialización, así como las asesorías técnicas a los artesanos y los concursos.

"Tonatiuh sembró las primeras semillas y dio los primeros pasos con muy pocos recursos y casi sin apoyos ni infraestructura", apuntó la funcionaria en torno al promotor a quien se recordó también como el autor del objeto "Las manos de Fonart" que es el símbolo de dicho fondo.

Entre los promotores del arte popular que ya fallecieron María Esther Echeverría nombró a Javier Alvarez, a Mariano Alvarez y a Luisa Reynoso, quien falleció a los 80 años en el cumplimiento de su deber en la sierra de Hidalgo.

Ricardo Torres Martínez, en representación del grupo Pulsar, que desde hace 25 años apoya a nivel económico al Gran Premio de Arte Popular -cuyo monto ascendió este año a 891 mil pesos, manifestó que dicho concurso es el más prestigioso en el rescate de las tradiciones populares, en el apoyo de la vigencia de las tradiciones y las costumbres que han conformado el sentimiento nacional.

El primer galardón del 25 Gran Premio de Arte Popular fue entregado a la artesana tzeltal Lucía Hernández Méndez, de Tenejapa, Chiapas, por el huipil tejido en telar de cintura con una tela de algodón y con hilos de lana teñidos con tintes naturales en la parte del brocado.

La prenda, con bordados a la manera en que se dibuja en los códices, representa fragmentos del mundo y las creencias tzeltales. El uso de la misma sólo corresponde a la mujer que porta la insignia, es decir, el rango femenino más alto dentro de la estructura religiosa de la comunidad, que en español se le denomina la mayordoma.

En una ceremonia que se realizó en la tienda del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías de avenida Juárez, José Rosario Alvarez Ramírez recibió el segundo galardón por el lebrillo gigante de barro bruñido, es decir una vasija de boca ancha modelada una sola jornada de trabajo. La pieza fue decorada en una combinación de dos técnicas decorativas de Tonalá: el barro bruñido llamado bandera por la combinación de colores -rojo verde y blanco- y el barro canelo en tonos ocres.

El tercer galardón se fue para Yauhtemehcan, Tlaxcala, de donde es originario Samuel Sánchez García, autor de la campana gigante de 250 kilos de peso, la cual fue elaborada con una aleación de bronce, estaño y cobre. Sánchez García tuvo que constuir tres moldes distintos y un horno de adobe, ladrillo y pedrería, en un proceso que dura semanas y que va acompañado de ceremonias y ritos que se realizan durante la preparación y fundición de la pieza.

Los tres galardones y los cuatro premios por cada una de las 24 modalidades artesanales que dieron un total de 99 reconocimientos, fueron seleccionados entre 2340 piezas realizadas por 1767 artesanos.

Entre los premios, destacó María Esther Echeverría Zuno, directora de Fonart, figura en los últimos años es la de barro vidriado sin plomo, luego de que un grupo de especialistas encontrara la fórmula para proteger de los efectos de ese metal a los usuarios.

Un árbol de la vida hecho sólo con mariposas monarca, un tapiz con historias sagradas del pueblo huichol, una olla de barro lisa y redonda con un camaleón por tapa; un teatrino con títeres diminutos en homenaje a la familia Rosete Aranda; un panteón colorido en el que los visitantes a las tumbas son también muertos; un cucharero gigante; un traje de terciopelo del carnaval tlaxcalteca con la reina Xóchitl bordada en chaquira, figuran en esta colección de obras premiadas que se exhibe y se vende en la galería de Fonart, ubicada en avenida Juárez entre Humboldt y Balderas.



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