Analizan momia de perro más antigua de México
ORIGEN. Los restos se hallaron en 1953 en la Cueva de la Candelaria, Coahuila. (Foto: CORTESÍA: MAURICIO MARAT/INAH )
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) examinarán los restos de un perro momificado de hace mil años de antigüedad hallado en la Cueva de la Candelaria, en Coahuila.
Según información proporcionada por el INAH en un comunicado, se trata del único ejemplar de cánido momificado que hasta ahora se ha encontrado en México, y uno de los pocos que se conocen en el mundo. Los especialistas señalan que sólo se conocen casos similares en Perú y en Egipto.
El cánido desecado, que fue recuperado y reintegrado a los acervos arqueológicos que resguarda el INAH, después de haber estado en manos de particulares, será sometido a diversos estudios, entre ellos radiografías y ADN.
“Para la región norte del país, son pocos los esqueletos de cánidos encontrados en contextos funerarios prehispánicos, y este perro momificado -de casi 42 cm de largo y 22 de alto- es el único que se ha hallado en México en tales condiciones”, comenta el arqueólogo Alejandro Bautista Valdespino, subdirector de Registro de Bienes Arqueológicos Muebles del INAH.
“Dicho hallazgo -destacó el arqueólogo- genera expectativa sobre el conocimiento de la arqueología del norte de México, pues por un lado refuerza la idea de la colocación de perros como acompañantes dentro de las tradiciones funerarias de los nómadas de esa región, y por el otro, la posibilidad de domesticación de este animal”.
Según el comunicado, la recuperación del ejemplar se logró tras la inspección de 2 mil 500 materiales arqueológicos encontrados en la Cueva de la Candelaria, en Coahuila, en 1953. El registro fue realizado en agosto de este año por expertos de la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas (DRPMZA) del INAH.
Durante la supervisión, los arqueólogos constataron que las piezas, en su mayoría hechas con materia orgánica, no tenían las medidas de conservación adecuadas, de manera que mediante la labor conjunta del Centro INAH-Coahuila y la Coordinación Nacional de Asuntos Jurídicos y la Dirección de Registro, fueron recuperadas y quedaron bajo resguardo y potestad del Instituto.
Respecto al contexto en que fueron hallados estos materiales, el arqueólogo Yuri Leopoldo de la Rosa Gutiérrez, del Centro INAH-Coahuila, indicó que la Cueva de la Candelaria fue usada por grupos de cazadores-recolectores como sitio para depositar a sus muertos, de manera que en el interior se hallaron más de 4 mil objetos y alrededor de 200 osamentas humanas. A partir del fechamiento que se ha establecido para tales vestigios, relativo al periodo Prehistoria Tardía (800-1200 d.C.), se ha considerado que la antigüedad del perro momificado oscila alrededor de los mil años, dato que se precisará con estudios de carbono 14.
De acuerdo con De la Rosa, el cánido momificado se relaciona con el grupo poblacional denominado “lagunero”, cazadores-recolectores que se asentaron en lo que hoy se conoce como Comarca Lagunera, donde se localiza la Cueva de la Candelaria. La caverna fue investigada por primera ocasión en 1953 por especialistas del INAH y su hallazgo significó un parteaguas para la arqueología del país, ya que reunía más de 4 mil objetos, casi todos orgánicos en excelente estado de conservación, entre ellos textiles, cestería, artefactos de madera y hueso, y los restos óseos de aproximadamente 200 individuos.