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BOGOTÁ, COLOMBIA.— Hace dos días, durante el cierre de actividades de la Ruta Quetzal BBVA 2012 en Colombia, decenas de imágenes entraron como caudal a la memoria de los 225 integrantes de la expedición. Lograron lo imposible: ver en un sólo día la Quinta de Bolívar, así como el Museo del Oro, la Plaza Bolívar y el Centro Histórico de Bogotá, el Jardín Botánico de Bogotá “José Celestino Mutis”; el final del día lo valía todo, Banco BBVA de Colombia despidió a los expedicionarios en un bar-discoteca a ritmo de hip hop.

Entonces, por unos minutos se olvidaron de todo, se olvidaron que van tras los pasos de José Celestino Mutis, el zoólogo y botánico español que encabezó La Real Expedición Botánica del Nuevo Reyno de Granada; que llevan 22 días lejos de casa, es decir, 22 días de enfrentarse solos al mundo; sólo fueron jóvenes saltando, cantando y divirtiéndose.

Por única vez durante su estancia en Colombia, la cena no fue en el campamento, sino en un bar y al ritmo de ChocQuibTown, una banda colombiana de hip hop y música alternativa con la que bailaron y cantaron temas como “Somos pacíficos” y “De donde vengo yo”. Allí no corrió el alcohol, lo que circuló fue la energía de una familia llamada Ruta Quetzal BBVA 2012 conformada por chicos de 51 países.

Con más de una hora de baile y una cena donde no faltaron las arepas, las papas criollas y el chorizo, los pelados -como les dicen a los muchachos en Colombia-, chavales -en España- o pibes -en Argentina-, cerraron un día de trabajo que incluyó la conferencia “El legado de la expedición botánica al nuevo reyno de Granada”, dictada por el biólogo colombiano Fernando Ramírez en el Jardín Botánico de Bogotá “José Celestino Mutis”.

Ese jardín, que fue creado en 1955 por Enrique Pérez Arbeláez para rendir homenaje a Mutis, cuenta con más de 20 hectáreas y reúne más de 18 mil 200 plantas vivas, entre ellas la “mutisia clematis”, nombre científico del clavellino que es considerada la flor de Mutis y emblema del Jardín Botánico.

Esa noche, que concluyó con un concierto a cargo del salón de música de la Ruta Quetzal, donde no faltó la versión instrumental de “La misión” de Ennio Morricone, los muchachos supieron más de José Celestino Mutis, se enteraron que durante esa expedición (1783-1816) no dio ningún resultado científico, a pesar de los años de estancia en la Nueva Granada, hoy Colombia.

El doctor en biología aseguró que: “nos trajeron la Ilustración y la Independencia, pero los resultados efectivos, en términos científicos, fueron pocos. Una característica de la expedición botánica por la Nueva Granada es que es la más extensa en tiempo, no es tan extensa en geografía, es la más costosa, fue financiada por el propio bolsillo de Mutis y por la Corona Española, pero fue la que menos resultados produjo”.

También, ante los expedicionarios de la Ruta Quetzal BBVA 2012, Ramírez afirmó que “aunque gran parte de los hallazgos de Mutis, que a mi juicio fue muy cándido, se los apropió (Carlos) Lineo; buena parte de las plantas que halló Mutis y que los indígenas ya usaban, no fueron publicadas por él sino por Lineo”.

Ante la sorpresa de los ruteros, Fernando Ramírez dijo además que Mutis vino aquí a buscar recursos naturales que fortalecieran al imperio español, en términos económicos y militares; pero también que el expedicionario trajo a la Nueva Granada un discurso científico y filosófico de la Ilustración.

El científico colombiano agregó que en este trabajo no se puede desconocer el aporte que hizo América en el contexto de la Ilustración y las ideas revolucionarias francesas. “Es un hijo de su época, de la Ilustración y del imperio español. Mutis llegó como médico del virrey y aquí descubre que puede hacer una expedición y manda a España la solicitud para que se la aprueben en 1763, pero hasta 1781 se la aprueban, 18 años después, mientras tanto él va haciendo la expedición”.

El adiós

Antes, los ruteros recorrieron las habitaciones y objetos de la casa de descanso de Simón Bolívar, el “Libertador de América”, en la capital colombiana, al pie de Monserrate.

Al mediodía del pasado domingo, los ruteros también se encontraron con la riqueza precolombina de Colombia hecha en oro a través de narigueras, pectorales, collares, diademas, máscaras y demás elementos exhibidos en el Museo del Oro.

Los chicos se despidieron de Colombia con baile, aún ayer, ya en el Aeropuerto Internacional de Colombia “El Dorado”, los muchachos recordaban la fiesta de despedida, la banda de música con la cual bailaron. Pero todo eso ya era cosa del pasado reciente y está en los diarios que, desde el principio de la expedición, llevan consigo.

Ayer presenciaron la última conferencia del programa académico de la Ruta por Colombia, a cargo del poeta y novelista colombiano William Ospina, en la charla “Una visión particular del pasado de Colombia”.

Atrás ya quedaba su paso por Bogotá y antes por Cartagena, Barranquilla y Santa Marta con el paradisiaco Parque Nacional Tayrona; quedaba en sus recuerdos Aracataca, Honda, Guaduas, Mariquita, Ambalema, Ibagué, Armenia, Quindío y Cali.

Ahora su mirada está puesta en España, el país al que los mexicanos y otras decenas de chicos procedentes de América, llamado “el grupo americano” llegan hoy, -los españoles, Grupo A, los alcanzará mañana-, donde descubrirán Madrid, Rota, Málaga, Cartagena, Cádiz, San Fernando, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla. Allí comienza la segunda y última parte de la Ruta Quetzal BBVA 2012, que concluirá el 24 de julio, auguran que como cada año, con lágrimas y tristeza.