¿Qué hacemos con los residuos sólidos?
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, el año pasado fueron generadas en México 112 millones 322 mil 757 toneladas de residuos: 57 millones 464 mil 459 por hombres y 54 millones 858 mil 298 por mujeres; es decir, cada mexicano generó poco menos de un kilo de residuos al día…
“Por eso hoy la preocupación más fuerte en relación con este tema es la llamada gestión integral de los residuos, que es la estrategia que los países buscan echar a andar para cuidar el medio ambiente”, dice la doctora María Teresa Orta Ledesma, investigadora del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional.
Hasta hace no mucho tiempo se utilizaba el concepto basura, el cual designaba a todo aquel material considerado desecho que se necesitaba eliminar o poner lo más lejos posible de nuestro hogar.
Sin embargo, poco a poco, este concepto ha sido substituido por el de residuo, el cual designa a todo aquel material o producto que se desecha y puede ser susceptible de ser valorizado, o requiere sujetarse a un tratamiento o a una disposición final.
En la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, éstos se clasifican en sólidos urbanos, de manejo especial (de construcción, electrónicos, entre otros) y peligrosos (de algunas industrias). La mayor parte cae dentro del primer rubro: sólidos urbanos.
“En cuanto a su manejo, Alemania nos lleva entre 90 y 100 años de ventaja; es decir, a los mexicanos todavía nos falta mucho camino por recorrer en este campo”, señala la investigadora de la Universidad.
Al respecto, se debe subrayar que, a diferencia de la citada ley mexicana, donde la valorización de los residuos se describe como: “Principio o conjunto de acciones asociadas cuyo objetivo es recuperar el valor remanente o el poder calorífico de los materiales que componen los residuos…”, en la ley de España se define como: “Todo procedimiento que permita el aprovechamiento de los recursos contenidos en los residuos, sin poner en peligro la salud humana…”.
12 mil toneladas diarias en el DF
Según un estudio sobre la composición de los residuos sólidos urbanos de la ciudad, realizado por Orta Ledesma y sus colaboradores en 2008, 45% son de materia orgánica; 11% de papel y cartón; 13% de plásticos; 3% de vidrio; 2% de metales; 3% de textiles; y 12% de otros materiales.
Ahora bien, la generación de las 12 mil toneladas diarias de residuos en la ciudad de México está en función del nivel socioeconómico de la gente.
“Por ejemplo, en las delegaciones Xochimilco y Tláhuac encontramos que el porcentaje de residuos sólidos de materia orgánica fue de 65%, pero en la delegación Coyoacán, donde hay una mayor diversidad de productos susceptibles de ser reciclados, fue de 35%”, comenta Orta Ledesma.
En opinión de la investigadora universitaria, estos resultados constituyen la base de los planes de manejo y separación de residuos, “porque si sabemos qué y dónde los generamos, podemos tomar las medidas pertinentes, como instalar, juntos, en un lugar adecuado dentro de esas delegaciones, un centro de acopio y una planta de separación. De hecho, en la delegación Xochimilco ya existe una planta de compostaje”, refiere.
Responsabilidad compartida
El manejo de los residuos implica un costo, forzosamente, pero éstos tienen un valor intrínseco y pueden ser aprovechados para obtener una nueva materia prima o un nuevo producto; no obstante, aún se siguen desperdiciando en nuestra sociedad.
Y para muestra, basta este botón: el porcentaje recuperado de residuos sólidos urbanos durante 2009 en los lugares de disposición final fue de tan sólo 11%.
México, como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), tiene el compromiso de la tres erres: reducir, reutilizar y reciclar.
“Todos estamos en posición de aportar nuestro granito de arena: por ejemplo, en lugar de usar las bolsas que nos dan en los supermercados y que supuestamente son oxo-degradables (pero que en realidad no sabemos si lo son; se están haciendo estudios y aún no hay una norma en México que las regule), podemos llevar nuestra propia bolsa del mandado; o bien sustituir los envoltorios de papel aluminio con recipientes; ahorrar energía, etcétera”, indica Orta Ledesma.
Asimismo, la investigadora destaca la importancia de crear una “responsabilidad compartida” en la valorización de los residuos sólidos urbanos, para que ésta sea exitosa.
“Debemos considerar la separación, el reciclaje y el tratamiento para valorar y comercializar estos residuos. Como integrantes de la sociedad, cada uno de nosotros tenemos una enorme responsabilidad. Por ejemplo, luego de separar los envases multicapas o tetrapak, hay que enjuagarlos y aplastarlos, porque de lo contrario no sirven como material de reciclaje.”
Con el reciclaje de mil kilogramos de envases multicapas se pueden obtener 750 de papel kraft y con el de 2 toneladas se ahorra el equivalente a una tonelada de petróleo.
“Y poco más de 80% de los 22 millones de toneladas de papel que se producen al año en México proviene del papel reciclado”, finaliza la doctora Orta Ledesma.
Más información sobre este tema en los correos mortaL@iingen.unam.mx y tol@pumas.iingen.unam.mx (Roberto Gutiérrez Alcalá)





