aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




El Hotel Reforma renacerá de sus ruinas

Abida Ventura| El Universal
Miércoles 03 de agosto de 2011
El Hotel Reforma renacer de sus ruinas

. (Foto: LUIS CORTES EL UNIVERSAL )

Por su vecindad con la nueva sede del Senado, este edificio de 1936 recupera protagonismo. Se planea como nuevo hotel

abida.ventura@eluniversal.com.mx

Sus amplias recámaras provistas de vestíbulo, baño y closet, el clima artificial en todo el edificio, su suite presidencial, su roof-garden, sus diversos locales comerciales, así como su lujoso y frecuentado cabaret Ciro’s, hicieron del Hotel Reforma uno de los más prestigiados y modernos del México de los años 30.

Considerado el primero en su género y construido para subsanar la carencia en la ciudad de un hotel “de lujo, de primera clase, que alojaría a turistas nacionales y extranjeros”, el edificio construido por el arquitecto Mario Pani hoy se aprecia como un viejo inmueble abandonado, en plena avenida Reforma, donde las inversiones en grandes desarrollos inmobiliarios están a la orden del día.

Pero sus paredes y puertas grafiteadas, así como los vidrios rotos de sus ventanas pronto serán resanados. Según personal de la Inmobiliaria Paseo de la Reforma S. A de C. V, propietaria de este histórico inmueble ubicado en la esquina de Paseo de la Reforma y París, en la colonia Tabacalera, el edificio está siendo remodelado y volverá a funcionar como hotel.

Sin embargo, los detalles de la remodelación de este edificio, catalogado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) como Inmueble con Valor Artístico, se desconocen. Por ahora, lo que se aprecia, del lado de avenida Reforma es un restaurante argentino que recientemente abrió sus puertas.

La empresa inmobiliaria, que es también propietaria de los hoteles Bristol y Sevilla Palace, en la ciudad de México, no abunda en las características que tendrá el edificio una vez remodelado; tampoco detalla si se modificará la estructura original de este edificio.

Los trabajos de remodelación que la empresa propietaria asegura que se están realizando son también desconocidos por el INBA, dependencia encargada de la preservación y conservación del patrimonio mueble e inmueble de los siglos XX y XXI. “Lo que se aprecia es la actual desocupación del inmueble y estaremos pendientes de atender alguna solicitud para realizar alguna propuesta de intervención física al respecto”, asegura la dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA.

Lo cierto es que la posible recuperación de este inmueble, que fue abandonado tras sufrir daños durante el terremoto de 1985, marcaría un paradigma de rescate de la arquitectura del siglo XX, cuya amenaza es la plusvalía inmobiliaria y el afán por la modernidad.

“La falta de estacionamiento es una de las principales causas condenatorias para estos edificios de la primera mitad del siglo XX”, dice al respecto Lourdes Cruz, coordinadora del Archivo de Arquitectos Mexicanos de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

En su texto “Hotel Reforma”, incluido en un libro dedicado a Mario Pani, la investigadora describe el hotel Reforma como un “ejemplo de las inversiones ‘revolucionarias’, de las aspiraciones sociales del momento y del modo de identificar la modernidad hotelera en nuestro país”.

En ese artículo, Cruz propone el rescate de este edificio, cuyos 12 pisos que en su momento le otorgaron el título del edificio más alto de la ciudad de México, se han quedado cortos ante la megaestructura de la nueva sede del Senado de la República, que se erige frente a su singular fachada.

“Su excelente ubicación, su prolongado cierre y la promoción de proyectos en zonas céntricas de la capital hacen vulnerable a este histórico edificio”, apunta la investigadora.

Por su parte, el locutor y cronista radiofónico Jorge Zúñiga Campos coincide en que los edificios históricos, como el Hotel Reforma, deben preservarse. “El Hotel Reforma podría volver a dar servicio, ya no como un hotel de cinco estrellas, pero sí como un hotel muy bien equipado, como los hoteles europeos, con una bonita decoración”, considera el locutor del programa radiofónico Lo que el viento no se llevó, transmitido por la B Grande de México.

“A los senadores les convendría mucho que funcionará ese hotel, porque sobre la calle de París hay una serie de puestos de comida a los que los senadores no van a ir, no van a bajar de sus curules para comer en esos lugares, pero sí bajarían o entrarían en un muy buen restaurante, que bien se puede hacer en el edificio que ocupó el Hotel Reforma”, añade Zúñiga.

Único en su género

Construido por el joven arquitecto Mario Pani de apenas 22 años de edad, cuando estaba recién egresado de la carrera, y bajo la polémica de que su tío Alberto Pani le confiara el proyecto que ya había iniciado el arquitecto Obregón Santacilia, el Hotel Reforma fue mundialmente conocido por la forma en que renovó la industria hotelera en el país, pero también por sus escándalos.

Entre las novedades que este hotel ofreció a sus huéspedes se puede mencionar las amplias recámaras provistas de un pequeño vestíbulo, baño y clóset, porque en esa época muy pocos hoteles en el mundo ofrecían el servicio de baño individual; contaba con clima artificial en todo el edificio y con una suite presidencial. Además se instalaron en el lobby diversos locales comerciales de lujo, como salones de belleza, tiendas de ropa, una librería, una tabaquería y también casas de cambio.

El hotel, inaugurado el 23 de diciembre de 1936, contaba con 250 cuartos, algunos con vista a un gran jardín-patio construido en el interior del hotel.

La investigadora Lourdes Cruz asegura que el hotel adquirió fama por sus salones de fiesta, por reunir en un solo sitio diversos servicios y, sobre todo, por lograr ser reconocido gracias a su “distinguido ambiente lujoso, logrado en gran medida por el mobiliario y la decoración con pinturas originales del siglo XV, XVI y XVIII”.

En el Hotel Reforma, dice Carlos González Gamio en su libro Nostalgia dorada. La vida en México 1940-90, se escribirían las páginas más brillantes de la historia de nuestro México social. Era un “hotel de lujo con sus sitios de postín, en donde con ¡cinco pesos!, en el salón Reina Maya, se podía disfrutar de una cena constituida por langostino, salmón noruego y caviar ruso, y en cuyo roof garden del piso 13 se podía escuchar a la mejor orquesta de la época que era el grupo Tampico, dirigido por Lauro Suriarte”, describe el autor.

“El Hotel Reforma en su momento fue el mejor de América Latina. Tenía una serie de centros comerciales. Ahí se hospedaban los artistas, embajadores, los grandes de Hollywood. En el Ciro’s cantó Pedro Infante, tocaron las más famosas orquestas del momento”, recuerda en entrevista Jorge Zúñiga.

El cabaret de referencia

El Hotel Reforma tenía varios salones de fiestas y centros nocturnos donde los más prestigiados artistas y celebridades se daban cita.

En el primer piso estaba la sala de conciertos Beethoven, decorada con una mascarilla del célebre compositor. A nivel de calle se localizaba el Tony’s Bar y en el sótano el Tap Room, sitio al que asistían las celebridades de la época, entre ellos Jorge Negrete, Gloria Marín y Pedro Armendáriz.

Pero sin duda, sería el famoso cabaret Ciro’s bar, instalado en lo que fue el salón Reina Maya, el que le daría fama mundial al Hotel Reforma.

Por este centro nocturno, para el que Diego Rivera pinto tres murales (Vino, Mujeres y Flores, Champagne y La Dama del Sombrero), así como cuatro óleos (Caña de Azúcar y Vid, Maguey y Maíz, Girasoles y Nardos), desfilaron reyes, príncipes, presidentes, diplomáticos, deportistas y diversos artistas. Entre ellos el famoso productor de cine Walt Disney, la nadadora Esther Williams, el trombonista Tommy Dorsey, el compositor Cole Porter y hasta el célebre cantante Frank Sinatra.

En ese lugar se conocieron Agustín Lara y María Félix, y Arturo de Córdova y Jorge Negrete eran también clientes frecuentes de este salón que estaba decorado con una alfombra verde y lucía un techo color crema, con relieves de estuco en las esquinas en forma de ramos de flores.

El Ciro’s bar pudo ser incluso un centro donde se relacionaban capos de la droga de los años 40 y 50, según el fallecido cronista Armando Jiménez.

“Alfred C. Blumenthal -dueño del Ciro’s bar- tenía pendientes con el fisco norteamericano y estableció el Ciro’s bar para ejercer su trabajo de relaciones públicas con los capos de la droga. Nuestra nación se convirtió, debido en buena parte a Blumenthal y al Ciro’s, desde los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial, en un puente para el tráfico de drogas entre los países del sur y Estados Unidos”, escribe Jiménez en su libro Sitios de rompe y rasga en la ciudad de México, en el que compila crónicas de salones de baile, cabarets y billares en la capital del país.

Y aunque parecería que sobre el Hotel Reforma todo ya está dicho, con el anuncio de su posible recuperación, este histórico edificio llega a una nueva etapa. Sólo falta ver si recuperará el brillo que lo caracterizó o si correrá la misma suerte que las joyas arquitectónicas del siglo XX que han sido arrasadas por la depredación inmobiliaria.

 



Ver más @Univ_Cultura
comentarios
0