Papeles falsos es un libro citadino, dice Luiselli
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Aunque probó “de manera desastrosa” escribir ficción, Valeria Luiselli sintió que su ritmo natural era el ensayo, así es que hace tiempo comenzó a forjar un proyecto sobre la ciudad de México. Se afanó en recorrer sus calles, en pedalearlas, en retener en cada página algo de esta gran urbe, pero ese libro titulado Papeles falsos se convirtió en otra cosa, en un texto que más que abarcar la ciudad de México, tan sólo es un punto de vista.
La colaboradora habitual de la revista Letras Libres, nacida en 1983, asegura que este libro publicado por Sexto Piso, no es una recopilación de ensayos a la manera que hacen muchos escritores, donde pasados algunos años recopilan sus ensayos escritos a lo largo del tiempo, el suyo es un conjunto de textos ensayísticos que siempre fueron pensados para ser un libro muy citadino.
“Siempre quise escribir sobre la ciudad, por eso, rápido la ciudad de México se convirtió en el centro del libro; sin embargo, al mismo tiempo resultó una empresa fallida, porque yo quería hacer simplemente ensayos sobre la ciudad, sin más pretensión que eso, pero cada vez se me revelaba más como una tarea imposible y acabó siendo un ensayo donde sí está la ciudad de México, pero de una manera más fantasmagórica, acabo tratando una mirada pero siempre tangencial, siempre a través de mapas, a través de otras ciudad, desde otros personajes, desde puntos de vista del observador que quiere encontrar un lugar donde pararse”, comenta la escritora y libretista del NYC Ballet.
El ensayo, su género
Aunque terminó siendo un punto de vista sobre la ciudad de México, el conjunto de ensayos son en su mayoría textos inéditos, algunos en sus primeras versiones fueron publicados o fueron escritos originalmente en inglés.
Luiselli reconoce que eligió el ensayo porque “no me quedaba de otra”. Ya había hecho un par de incursiones fallidas en la ficción y “me quedaba claro que eso no era lo mío, al menos en ese momento” y entonces descubrió que “el ensayo era para mí el ritmo más natural para pensar y reflexionar”. No fue un ingreso gratuito, su formación es filosófica y es una gran lectora de ensayo filosófico y literario, “entonces lo natural fue dialogar con esa tradición que era la que había tenido siempre más cercana”.
Así, comenzó a escribir ensayos como los que incluye en el libro, que van desde recorridos en bicicleta por el segundo piso del periférico, hasta incursiones por las colonias Condesa y la Roma. Aunque parece que su punto de partida son asuntos triviales, propone al lector reflexiones profundas y filosóficas.
“Hay una mirada volcada hacia lo cotidiano, pero también intento trabajar los límites de la profundidad para reflexionar sobre temas universales. El gran riesgo de ser ensayista joven, dado que es un género intimista y ligero, es que es muy fácil terminar escribiendo ensayo sobre cosas muy triviales; el reto está en poder tomar como excusa algo tan cotidiano como subirse a una bicicleta y andar pedaleando por la ciudad y a partir de eso reflexionar sobre otra cosa y que haya siempre como varios planos de una reflexión”, dice Valeria Luiselli.
El amor y el odio por el DF
Asume la ciudad de México como su ciudad y al mismo tiempo en la que nunca ha podido vivir por lapsos largos; en la que está por algunos meses o acaso un par de años. Eso no le resta interés, “es una ciudad que me fascina, me desconcierta. Hay un afán como de volverse citadino a través de la escritura”, dice.
La autora, que estudia un doctorado en la Universidad de Columbia, asegura que esta es una ciudad “con la que siempre estoy peleada cuando estoy aquí, pero estando fuera siempre me genera una obsesión por tratar de asirme a ella. Finalmente aquí estoy haciendo mi familia, siempre ha sido un lugar a donde regreso; me ata a ella lo que ata a las personas a este mundo, la gente y una tradición literaria, pero sobre todo que hay un ritmo en la ciudad de México a veces frenético pero también muy generoso”, dice.