Número Cero, una revista para conquistar Europa
“El número 0 es como El Aleph del que hablaba Jorge Luis Borges. Tiene forma de agujero y a partir de ahí se puede ver todo el universo; representa todo lo que se podría llegar a crear, pero está en potencia, es semilla”. Esa es la definición y premisa desde la que los escritores mexicanos Guadalupe Nettel y Pablo Raphael publican la revista literaria Número 0, cuya propuesta es editar literatura periférica para conquistar Europa.
Guadalupe Nettel asegura que prevalece una visión periférica de la literatura: “Hay un europeísmo todavía en la literatura y en la edición, por eso lo que nosotros queremos con esta revista es establecer puentes y redes entre escritores que no sean europeos forzosamente y que se llama comúnmente la periferia. El hecho de publicar en una editorial española no significa que podrás acceder a lectores de Chile, Perú o Colombia, no. Nuestra idea es distribuir esta revista en todos los países de América Latina”.
La autora de El huésped afirma que en Número 0 publican a escritores con el fin de que esa periferia vaya al centro y no al revés porque hay una problemática muy semejante en todos los países de América Latina. “Para que un autor lo lean en otro país además del suyo, debe pasar por España y que esa editorial considere distribuirlo por AL, lo mismo pasa con un francés, siempre debe pasar por una editorial europea si quiere ser leído”.
El coeditor de Número 0, Pablo Raphael, asegura que como casi todas las editoriales mexicanas fueron compradas por los grandes grupos editoriales españoles se generó la ilusión de que para poder publicar en español había que publicar en España y luego hacer el viaje de regreso. “Nosotros decidimos hacer literatura desde aquí y llegar a España con una agenda de autores propia”.
Raphael señala que no es que en la revista publiquen a autores que tienen una voz marginal, más bien es que son autores que responden a su entorno local y eso genera fenómenos literarios pero que no se conocen tanto en Europa. “Lo que queremos es convertirnos en un puente que contribuya a agilizar ese tipo de relaciones literarias; la revista apuesta por generar redes que permitan pensar la literatura de otra forma o generar un pensamiento literario”.
Los objetivos
Con esas encomienda han publicado dos números, el primero dedicado a la belleza del monstruo y el segundo a la impostura, en los que han colaborado Enrique Vila-Matas, Andrés Neuman, Juan Villoro, Santiago Roncagliolo, Jean Echenoz, Amélie Nothomb, Alejandro Zambra, Kously Lamko, Alan Pauls, Fernando Iwasaki y Mario Bellatin, entre otros.
Si en “Monstruos” fue una empresa independiente, en “Impostores” se han unido con editorial Almadía y Provedora Escolar, con las que garantizan su independencia pero también su permanencia y crecimiento, pues tienen claro que deben ser una revista con dos versiones: español y francés; y en una segunda etapa incluir una versión en inglés y crear una página web para que se superen los puntos de distribución actual, aunque en pequeña escala, como son Lima, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile, Quebec, Bruselas y Barcelona.
La apuesta de Nettel es retomar esa veta que había en AL en décadas pasadas, donde había muchas revistas literarias como Sur o El Cuento; de ahí que en Número 0 haya cabida para todos los géneros. Reconoce que no será fácil porque hoy en día el mundo tiende a lo eficaz y lo tecnócrata, con lo que se ha perdido el interés por las revistas literarias.
A contracorriente, está por salir el número tres de la revista, dedicado a la aventura y en el que habrá una entrevista a Bernhard Schlink y textos de Jorge Volpi, Samantha Schwebling, Álvaro Enrigue, Martín Caparros y Breyten Breytenbach.
Su lista de temas para el próximo año ya está definida, hablarán de fama, patologías y juguetes. Saben que aparecerán cada tres meses -un número por cada estación del año- y que son una revista que piensa la edición desde otro punto de vista. “La revista está suscrita a una forma de derechos de autor llamada Creative Commons, con lo que puede ser multiplicada, distribuida y reproducida a gusto del lector, siempre y cuando les avisen o citen los derechos de autor.
“Es la primera revista en México que usa este modelo autoral y reconoce lo que sucede en el mundo en términos editoriales; en la lucha contra la piratería lo que tenemos que hacer es democratizar el conocimiento”, apunta Raphael.