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La de Julia, la protagonista de Presentimientos, la nueva novela de la escritora española Clara Sánchez, parece una historia sencilla: una conmoción causada por un accidente, la deja en una zona entre la realidad y el sueño. En esa estancia onírica reflexiona sobre la fidelidad, el amor y la comunicación con su pareja; en esa irrealidad encuentra las estrategias de supervivencia con las que tendrá una segunda oportunidad en su vida.

Es la novela a la que más tiempo le ha dedicado Clara Sánchez; no sólo porque alcanza casi las 400 páginas, sino porque es la más profunda que ha hecho. “Aunque se lea con ligereza y parezca una historia sencilla, lo más complicado ha sido decir de manera sencilla, con personajes sencillos y con una historia sencilla cómo atrapar el misterio, pero no relatarlo de una manera vaga y surrealista, sino de una manera concreta”.

Para hablar de los sueños y de la realidad paralela que representan, la autora de Últimas noticias del paraíso y Un millón de luces utiliza a Julia, una mujer que a los 28 años sufre un accidente que la deja suspendida en el sueño. A través de su penar y sus intentos de regresar a “casa”, la autora descubre un mundo en el que la intuición y los presentimientos están a flor de piel.

“A través de Julia me pregunto si es posible vivir la relación amorosa en medio de todas las cosas que nos determinan, nos angustian, del esfuerzo para sobrevivir y la competitividad en el trabajo”.

Tras varias lecturas de libros científicos que analizan el cerebro y la mente humana, Clara Sánchez llegó a la conclusión de que en el sueño uno no puede fingir, que el sueño es el terreno de la absoluta libertad.

Clara Sánchez se sitúa entre los creyentes y los escépticos, y escribir esta novela la hizo reencontrar su sensibilidad ante las emociones y la vida.

Se trata de una novela sobre los secretos que arrastran los seres humanos a lo largo de su vida; es también una novela sobre la supervivencia de la raza humana.

“Mi personaje indaga en una pregunta que me he hecho en los últimos años: ¿que haría si lo perdiera todo, a mi marido, a mi hija, los logros, la estabilidad económica? Julia es como un Robinson Crusoe moderno, que en lugar de cocoteros encuentra bares, supermercados, un mundo muy artificial”.