El pasado se niega a seguir bajo tierra
ricardo.ceron@eluniversal.com.mx Desde la piedra de la Coyolxauhqui, encontrada en 1978, hasta tres grandes almenas, de más de dos metros de alto, que al parecer formaban parte del Calmecatl , edificio donde se educaba a los nobles de la antigua Tenochtitlán, halladas en noviembre pasado, serán parte de la exposición Coyolxauhqui y el Templo Mayor, 30 años reconstruyendo el pasado. Los siete diferentes procesos de excavación a los que ha sido sometido el Templo Mayor serán representados con más de un centenar de objetos, divididos en nueve temas principales, en esta muestra que se exhibirá del 25 de abril al 31 de agosto. Aunque la gran mayoría de las piezas son comúnmente mostradas en el museo del Templo Mayor, habrá algunas novedades como la presentación de un mapa computarizado integral, en tercera dimensión, del centro ceremonial y del predio de las Ajaracas, recientemente explorado. También habrá dibujos en torno del edificio hallado en el predio de Donceles 97, donde al parecer se encuentra el Calmecatl, y donde se han hallado siete almenas , además de figuras de Mictlantecuhtli y Xiuhtecutli, así como un Cuauhxicalli, o recipiente de águila. Luego de haberse descubierto los colores originales que tenía la piedra de la Coyolxauhqui (amarillo, azul, rojo, blanco y negro), estos serán representados por medio de luces sobre el monolito original y una de las replicas, a fin de que la gente conozca la apariencia real de esta figura. Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) coincidieron en que el Templo Mayor es el proyecto arqueológico de México que más número de publicaciones ha originado, lo que ha representado un gran reconocimiento nacional e internacional del sitio. Eduardo Matos Moctezuma, coordinador del Proyecto Templo Mayor, precisó que a lo largo de estas tres décadas el sitio arqueológico ha originado más de 300 publicaciones, desde fichas técnicas o artículos, hasta tesis y libros. Para Leonardo López Luján, arqueólogo que ha estado a cargo de la más reciente excavación, antes del Templo Mayor el conocimiento que se tenía de los mexicas se limitaba a escritos del siglo XVI. Era un conocimiento de carácter histórico únicamente. Con la apertura del Templo Mayor y las siete temporadas de excavación, ha aumentado la calidad de la información, la cual también se ha ampliado. Los especialistas precisaron que luego de esas siete temporadas de estudio se han hallado un total de 13 mil 29 objetos, entre ellos un centenar de ofrendas, en un predio explorado de 13 mil 500 metros cuadrados.





