Rejuvenece con arte la talavera
CHOLULA.— La mano experta del artesano y la mirada creativa del artista han revitalizado una tradición que estuvo en declive en los últimos años: la de la talavera. El trabajo en conjunto de estos personajes —propiciado por el taller poblano Talavera de la Reina— provocó que en la actualidad exista una colección de arte única en el mundo, integrada por más de 400 obras de talavera, con las que se busca crear un museo. En contraste, ante los bajos ingresos que tienen los artesanos, la mayoría de los jóvenes no se quieren dedicar a esa actividad. Alberto González, artesano esmaltador del taller Talavera de la Reina y quien obtuvo sus conocimientos de generación en generación, dice que sus tres hijos van a estudiar una carrera en sicología o ingeniería, pues los sueldos de artesano están entre 700 y mil 800 pesos semanales, insuficientes para sus necesidades. “Yo prefiero que si les interesa esto, que lo hagan como un pasatiempo”. La revitalización de este arte se refleja en el número de talleres en la ciudad de Puebla que realizan el proceso de la talavera, pues hace 20 años sólo había unos tres o cuatro, mientras que ahora son alrededor de 17 los que siguen el proceso original del siglo XVI, para crear piezas que conjugan tradición y contemporaneidad. El taller Talavera de la Reina, encabezado por la empresaria Angélica Moreno, comenzó con esta revolución cuando en 1993 invitó a algunos artistas poblanos para que asistieran a trabajar en conjunto con los artesanos de su entonces incipiente taller ubicado en Cholula, Puebla. Al principio, dice, el objetivo era refrescar los diseños de las vajillas, floreros, jarrones y tibores que se vendían, pero los artistas empezaron a crear obras de arte a través del proceso de talavera. “La tradición estaba acabando, los talleres estaban en condiciones deplorables. Ahora se le ha revaluado a esta artesanía porque hay piezas mucho más contemporáneas, los artesanos tienen otra visión y se arriesgan a hacer cosas diferentes. Este es un proceso que no se sigue en ninguna otra parte del mundo, ni siquiera en la provincia española llamada Talavera de la Reina... allá los procesos han cambiado y se trabajan piezas en serie”, explica Angélica Moreno. Lo que hoy se conoce como talavera es una cerámica esmaltada cuya técnica tiene su origen en la convergencia de las culturas latina, musulmana y española. Al llegar a México adquirió características decorativas populares que se venían repitiendo desde el siglo XVI, pero que han comenzado a modificarse. A diferencia de la mayólica que se hace en estados como Guanajuato o Tlaxcala, la talavera de Puebla cuenta con una denominación de origen conseguida en 1997. Aunque en el proceso de creación nada ha cambiado, la talavera sí ha tenido una evolución en su diseño. Gracias a la participación de los artistas ahora se pueden ver tradicionales tibores con diseños contemporáneos; floreros de los que parecieran salir brazos, esculturas de animales fantásticos o muñecas de apariencia inquietante. Para los artistas que han trabajado en el taller de Talavera de la Reina —hasta ahora más de 55— ha sido complicado adaptarse al proceso y luego crear una pieza. A algunos les ha llevado más de tres meses, pero han logrado piezas que se han exhibido en Puebla, Canadá, Nueva York, China y que por ahora se pueden ver en la exposición Alarca, que se presenta hasta el 30 de septiembre en el Museo Franz Mayer, ubicado en Hidalgo 45, Centro.





