Experimentan niños lo que es estar ciego
Ponerse en el lugar del otro, depender de los demás sentidos cuando no se puede reconocer a familiares y amigos sin ayuda de la vista son algunos de los objetivos de Diálogo en la oscuridad, un experimento social creado por el alemán Andreas Heinecke, que por segunda vez se presenta en México. Desde la primera vez que se montó esta actividad, el 23 de julio de 2004 en el Palacio de Bellas Artes, fue un éxito, y durante cuatro meses recibió a 20 mil personas. Ahora el Papalote Museo del Niño busca repetir la experiencia y, a partir de hoy y hasta el 8 de abril, recibirá a quienes deseen recrear las vivencias de un invidente. Por lo pronto los augurios son prometedores, pues tan sólo en el día de la inauguración ya se habían hecho 2 mil reservaciones y agotado todos los recorridos para el mes agosto. En esta ocasión se ofrecerán dos talleres infantiles que invitan a reflexionar sobre la cotidianidad en la vida de los débiles visuales. Diálogo en la oscuridad consta de un trayecto con duración de 40 minutos y consiste en un paseo por lugares cotidianos, pero transformados por las penumbras. Los únicos guías en este recorrido son un bastón y la voz de un invidente. La idea surgió cuando a Heinecke le solicitaron entrenar a un periodista que perdió la vista en un accidente. "Por un momento sentí lástima y pensé lo difícil que era quedarse ciego, pero al conocerlo modifiqué mis ideas sobre los invidentes. Comprendí que la única manera de aprender su mundo era mediante el encuentro". Fue así como Heinecke pensó en la manera de poner a los demás en los zapatos de los ciegos y creó un espacio donde los invidentes sirviesen de guía a aquellos que sí ven. Para Heinecke Diálogo en la oscuridad no es un lugar donde la gente se vuelve ciega, "es un medio de comunicación donde se intercambian modos de vida. Aquí es necesario dialogar, porque en la oscuridad el que no habla no existe". Además de los espacios creados ex profeso para la exposición, el Museo del Papalote ya contaba con un sitio similar llamado ¿Qué Pasaría si no Pudieras Ver?, un túnel táctil por donde los niños van en cuclillas. La directora del recinto, Marinela Servitje de Lerdo de Tejada, dijo que la nueva exposición es diferente porque hay más libertad, se reproducen experiencias más reales y la gente se desplaza en una superficie de 700 metros cuadrados. Andrés Leal Martínez, de 10 años, a la salida del experimento confesó sentirse raro por no haber podido ver todo lo que pasaba. "No veíamos nada, todo el tiempo tratamos de averiguar qué era lo que había. Pudimos experimentar lo que siente un ciego y aprendimos que serlo no es fácil. En momentos me desesperé un poco, pero los guías me ayudaron mucho". Para asistir a Diálogo en la oscuridad es indispensable hacer reservaciones al teléfono 5237-1710 o en la página electrónica www.papalote.org.mx. Los horarios son de lunes a viernes de 10 a 17:15 horas, los jueves se extiende hasta las 22 horas, y el sábado y domingo se atiende de 11 a 18:15 horas. El costo por entrada es de 50 pesos.





