Maitena: La `buena chica` no se ríe a carcajadas
Hasta la llegada de la caricaturista argentina Maitena, el humor había sido cuestión de hombres. De mujeres poco se sabe, menos que hayan vendido miles de ejemplares y aún menos que se rieran de sí mismas y a carcajadas. Maitena Burundarena es su nombre completo, pero decidió quitarse su kilométrico apellido para dejarlo únicamente en "Maitena"( en vasco, "la más amada"), con el que ha conquistado a millones de lectoras y lectores en todo Hispanoamérica, gracias a su humor ácido e irónico en torno de las relaciones humanas, particularmente, las de pareja. Durante muchos años trabajó como ilustradora y caricaturista de cualquier ramo, desde dibujar recetas de cocina para revistas femeninas hasta gráficos para textos escolares e historietas eróticas, pero desde 1993, cuando empezó a hacer tiras cómicas para diarios argentinos, el éxito se volvió parte consustancial a su oficio. Tiras cómicas como Mujeres alteradas, de la que se han editado cinco volúmenes, se han convertido en un éxito rotundo y han vendido más de 500 mil ejemplares. Ahora, las editoriales Sudamericana y Lumen han puesto en circulación un nuevo libro, Curvas peligrosas, que de igual manera aborda el tema de los géneros, pero también se inclina hacia el consumismo y otras vertientes del mundo contemporáneo. ¿Hay mucha diferencia entre ?Mujeres alteradas? y ?Curvas peligrosas?? Mujeres alteradas la dejé de hacer hace siete u ocho años. En todo este tiempo ha habido cambios. No soy la misma. Yo no he madurado, pero mi dibujo sí que lo ha hecho y también mi manera de ver el mundo. Ahora, en Curvas peligrosas hice lo que se me pegó la gana. Nació como libro y no tuve la presión de ninguna revista, las cuales siempre te dicen qué hacer o cómo hacerlo. ¿Qué te inspira en tu oficio? El humor que hoy hago tiene un contenido. No hago chistes de borrachos, loros o naúfrafos. Trato de hablar de algo en torno del signo de los tiempos. Quiero dejar un registro de mi época, del tiempo que me ha tocado vivir y de lo que me rodea. Me inspiro en todo, en mi vida, la de mis amigos, en el cine, la television, las charlas... ¿Sigues de parrandera? Todo lo que puedo. A mí me gusta mucho la vida y me voy con mis amigos de copas, a tomar vodka, tequila, a bailar o escuchar música. Me gusta mucho la vida. Trato de trabajar lo mejor posible, pero lo menos posible. ¿Eres muy disciplinada? Soy muy disciplinada, pero para tener mayor cantidad de tiempo libre para irme de parranda y disfrutar de mi familia. Trato de pasármela lo mejor que pueda. ¿A qué hora trabajas? Trabajo todos los días, entre la una y las seis de la tarde. Antes trabajaba todo el día, pero he dejado ya todo lo demás y me dedico a hacer una página semanal del segundo volumen de Curvas peligrosas. En la mañana salgo a correr siete kilómetros, cuido de mi hija, tengo una huerta, un perro y me gusta cocinar. En la mañana me ocupo de la vida y en la tarde trabajo. ¿Eres feminista? De alguna manera. Creo que hay que decir que soy femenista porque este es el movimiento político más importante de los últimos 100 años. Ahora parece una antigüedad, pero las chicas no deben olvidar que si no fuera por el feminismo estarían todas planchando. No sé qué es el feminismo teóricamente, pero gracias a ello estoy trabajando y tengo la vida que tengo. ¿Qué falta por conquistar en la lucha por la mujer? Varias cosas. Una mujer no gana el mismo dinero que un hombre en un puesto. Las mujeres solemos tener doble jornada de trabajo... todo eso. Bueno, tampoco hay muchas mujeres caricaturistas... No hay muchas. Es más le legión de hombres. Culturalmente hacer reír no es una cosa femenina. El humor y la risa son transgresores, provocan irritación, algo que no está bien visto en una mujer. Esto es evidente en la mujer que se ríe y se tapa la boca con la mano. La buena chica no se ríe a carcajadas





