Especial: `Día Internacional de la Mujer " /> Especial: `Día Internacional de la Mujer "/> Especial: `Día Internacional de la Mujer "/>

aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Apoyan a mujeres artesanas

Juan Solís| El Universal
Lunes 07 de marzo de 2005
Hace 15 años nació Semillas, una sociedad que provee de recursos a proyectos productivos, como el que llevan a cabo 18 tejedoras de Teotitlán del Valle, en Oaxaca
  • Especial: `Día Internacional de la Mujer

    "Que las mujeres ya salen. ¡Quién sabe a dónde van!". Esa fue la crítica masculina cuando, 12 años atrás, 18 tejedoras de Teotitlán del Valle, Oaxaca, crearon la cooperativa Dgunma Ruyinchee Laady (Mujeres que tejen).

    Una de ellas es Josefina Jiménez, quien desde pequeña teje tapetes de lana en telar de pedal. Es la actividad a la que se dedican la mayoría de las mujeres en su pueblo ubicado en la zona de los valles centrales de Oaxaca.

    "Trabajábamos en telares que los acaparadores nos rentaban. Nos vendían el material y nos pagaban la mano de obra", cuenta doña Josefina, mujer de tez morena y blusa de manta.

    En 1994, un grupo de 18 mujeres del pueblo, todas cabeza de sus familias, fueron a la Casa de la Mujer Rosario Castellanos en la ciudad de Oaxaca. Ahí las pusieron en contacto con la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer A.C., Semillas.

    A través de la Red Mujeres Invirtiendo en Mujeres (MIM), por medio del cual donantes femeninas patrocinan proyectos impulsados por otras mujeres, las tejedoras de Teotitlán recibieron un donativo que les alcanzó para comprar 18 telares y formaron la cooperativa Dgunma Ruyinchee Laady.

    Doña Josefina está orgullosa de los logros. Ella es una de las más de 100 mil mujeres que directamente se han beneficiado con los cerca de 155 proyectos que Semillas ha coordinado en 15 años de existencia.

    La asociación no sólo ha apoyado económicamente a las tejedoras de Teotitlán, también les ha impartido cursos de salud sexual, muy importantes "porque la mayoría de nosotras no terminamos la primaria. No podemos siquiera hablar bien el español porque nuestra lengua materna es el zapoteco."

    Josefina vive con su madre y su hermana, quienes también son tejedoras. Tiene un hijo de 20 años en la universidad, "que ha llegado a niveles que nosotras nunca pudimos hacerlo. La mayoría de las compañeras tienen hijos que ya pueden estudiar en la ciudad de Oaxaca porque en el pueblo no hay preparatoria."

    En Teotitlán, como en muchas poblaciones del país, la costumbre es que la mujer limite su vida a la cocina. No tiene la libertad para salir como su esposo. Pero hasta esas mujeres han llegado las enseñanzas que reciben las integrantes de la cooperativa.

    "Aquí no sólo se benefician las mujeres que estamos en la cooperativa, sino también otras mujeres que tienen sus esposos y que aunque no pueden participar en los talleres, podemos transmitirles la experiencia en su tiempo libre."

    Cada tejedora de la cooperativa trabaja en su casa, sin embargo tienen un local (Juárez 86, Teotitlán) en el que se reúnen para planear las temporadas de venta: diciembre, verano y Semana Santa, y en el que permanentemente exponen sus productos.

    "Esta organización ha servido como ejemplo para otras mujeres, inclusive hombres. Anteriormente no había organizaciones. De esta manera se pueden obtener muchas más cosas que cuando una camina sola."

    En un pueblo donde sólo el varón finge ser productivo, la cooperativa "fue mal vista, por la comunidad, la familia y hasta el municipio. Fue muy difícil, pero en 12 años ya somos aceptadas. Eran duras las críticas. Que las mujeres ya salen. ¡Quién sabe a dónde van!".

    Para doña Josefina, los artesanos indígenas oaxaqueños constituyen el sector más olvidado. No cuentan con créditos ni tienen dónde vender sus productos o distribuirlos, por eso "luchamos por mejorar lo que hacemos."

    "Ahorita estamos en una capacitación para crear nuevos productos. Nosotras siempre hemos trabajado tapete en lana, pero se nos ha complicado venderlo porque en Teotitlán todo el pueblo trabaja en lo mismo. Hay grandes acaparadores que ya hasta exportan. Para nosotras ha sido difícil llegar a ese nivel."

    Empresarias y artesanas, pero también madres porque "en todos los pueblos vivimos así las mujeres. No tenemos ratos libres y tenemos que cumplir con la cocina, lavar la ropa y atender a los niños. Si usted llega a un pueblo a las 10 u 11 de la noche, las mujeres están trabajando."



  • Ver más @Univ_Cultura
    comentarios
    0