Es importante hacer una revisión exhaustiva del trabajo escultórico de los últimos dos siglos en México, porque dicha selección deberá servir como parámetro para designar los proyectos de escultura pública, ya que esta última es ineludible y sirve de señalador urbano.

Indicó Teresa del Conde, directora del Museo de Arte Moderno, en la conferencia de prensa que se realizó para presentar la primera entrega, ?De la academia al objeto?, de la exposición ?Escultura Mexicana?, que reunirá más de 500 piezas.

Del Conde, interesada en debatir sobre los parámetros que se utilizan para designar la escultura pública en nuestra ciudad, se refirió a casos, para ella desafortunados, como lo es la aparición de manera incontrolada de ?esculturas que se montan de la noche a la mañana en el hermoso parque de Polanco?. O la exposición que se presenta en el Paseo de la Reforma, que según dice, ?no es tan mala pero no es el lugar para poder apreciar esas piezas con el respeto y la mirada estética que se necesita?.

Por el contrario, expresó que la exposición ?intramuros?, ?Escultura mexicana?, que se inaugurará el 2 de mayo en el Museo del Palacio de Bellas Artes, es un esfuerzo tríplemente loable ya que la escultura es difícil congregarla porque es pesada, frágil y además cara.

El recorrido de la exposición iniciará en 1846, cuando el español Manuel Vilar llegó a México para ocupar el cargo de director de escultura en la Academia de San Carlos y renovó el género con innovaciones como la introducción de la anatomía con modelo vivo, el vaciado en yeso, el trabajo el mármol, el dibujo, el modelaje y las composiciones de obras originales.

De este periodo se presenta ?Tormento a Cuauhtémoc? y ?Venus y el amor?, de Gabriel Guerra; así como ?Apres I orgie?, de Fidencio Nava; de las que destacan hechas en bronce, mármol y yeso.

En lo que corresponde a la parte de escultura popular, segundo subperiodo la interior de la exposición, se destaca que esos escultores, al recoger las tradiciones ancestrales, lograron dotar de un carácter artístico e innovador a la época, en temas que la Academia había tratado a través de cánones establecidos. ?Busto?, de Timoteo Panduro, es ejemplo de ello.

De acuerdo con el guión museográfico el público podrá apreciar la búsqueda de un lenguaje expresivo que culminó en la creación de un arte nacional y rompió con los modelos europeos de la Academia de San Carlos.

Estela Duarte, coordinadora de la exposición, se refirió al trabajo de artistas poco conocidos como Rosa Castillo, Fidencio Castillo, Thomás Chávez Morado, Olivero Martínez, o Germán Cueto, quienes representan una parte fundamental de la llamada Escuela Mexicana de Escultura.

La expresión popular de esta época, la primera mitad del siglo XX, estará representada por Mardonio Magaña, Juan Cruz Reyes y Ceferino Colinas.

Por último, se presenta una selección de obra surrealista de artistas como Leonora Carrington o Remedios Varo , quienes elevaron los objetos cotidianos a una categoría de arte, provocando una revolución.

De la muestra ?Escultura Mexicana?, que tendrá su segunda entrega en noviembre, bajo el título ?De la ruptura a la instalación?, se complementará con números actividades colaterales. Como es el caso de visitas guiadas para discapacitados y débiles visuales, donde los lunes se podrá ofrecer servicio a este grupo que tendrá la oportunidad de conocer las obras a través del tacto.

De hecho es la primera exposición de arte escultórico mexicano que podrá ser tocado en nuestro país.

Ya se habían realizado proyectos de este tipo, pero siempre con obra extranjera. Asimismo, se presentan talleres destinados a niños y adultos, además de visitas audioguiadas.

La exposición ?Escultura Mexicana. De la academia al objeto? será inaugurada el 2 de mayo a las 20 horas en el Museo del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y Eje Central, Centro Histórico).