Gabo lidia con los `piratas`
Sólo hasta hace un mes y medio, los editores de Mondadori México y Diana conocieron el manuscrito de Memoria de mis putas tristes , de Gabriel García Márquez. Lo leyeron e inmediatamente lo destruyeron para evitar que los piratas pudieran tener alguna copia que les permitiera poner en circulación una de las novelas más esperadas del autor de Cien años de soledad . Pero en Colombia otro fue el derrotero, porque días antes de que se lanzara a nivel mundial, los piratas colombianos ya lo habían puesto en circulación, aunque sin saber que su "edición" difiere de la original, ya que García Márquez decidió modificar estilísticamente el capítulo final, como explicó ayer el editor de Mondadori México, Braulio Peralta, durante el lanzamiento en México de esta novela. Peralta indicó que Gabo decidió corregir el último capítulo por esa búsqueda de los narradores de hallar el tono exacto y un final redondo, algo que consiguió con la mayor exquisitez posible, como se puede leer en la novela. Algo que la versión pirata que circuló en Colombia no contiene. "Sólo basta comparar la edición legal con la que circuló hace poco en las calles de Bogotá para descubrir que no son iguales", apuntó el editor. Ayer autoridades colombianas desmantelaron una banda de piratas que tenía en su poder más de 80 ejemplares del libro. Memorias de mis putas tristes , que devuelve al García Márquez novelista luego de una década de ausencia, fue lanzada ayer en Hispanoamérica con un tiraje de un millón 700 mil ejemplares para Latinoamérica y 300 mil para España. En México, como informaron Peralta y la editora de Diana, Doris Bravo, se tiraron 100 mil ejemplares en una edición en rústica, más 30 mil ejemplares en pasta dura y númerados que se pondrán a la venta el próximo viernes, aunque por la demanda ya se inició una reimpresión de 50 mil ejemplares más en rústica. Acerca de si se prevé algún ataque por parte de grupos conservadores por el apelativo "putas" en el título de la novela, el editor de Mondadori explicó que ojalá lleguen muchas cartas o que Carlos Abascal se pronuncie en contra de esta novela para que se venda más, lo que permitiría entender "que la estupidez existe". Para Doris Bravo, el lanzamiento de la novela era tan importante que no hay derrota en el hecho de coeditar con una transnacional. "Al contrario. Todos salimos ganando, principalmente los lectores, porque la novela estará mejor distribuida. Hay puntos de ventas que no toca Mondadori o Diana; así llegaremos a todos los lugares". En un acuerdo salomónico, Diana venderá la edicion en rústica y Mondadori los ejemplares en pasta dura, aunque aún no se sabe si este acuerdo seguirá para los próximos libros de García Márquez: el segundo tomo de memorias y una nueva novela que ya escribe, En agosto nos vemos . Bravo explicó que García Márquez estuvo de acuerdo con esta política de la coedición, ya que permite a sus "editoriales consentidas" "Diana en México y Norma en Colombia" seguir publicando sus libros en sus respectivos territorios.
Diana, el fin de una era
Durante más de dos décadas la editorial Diana fue el único sello que en México publicó a García Márquez, pero desde ayer esa época terminó, porque Mondadori, una de las grandes transnacionales del sector en el mundo, participó ya de la publicación del Nobel colombiano.





