La colección de aproximadamente 10 mil piezas de arte popular mexicano, reunida durante muchos años por la doctora Ruth Deutsch Lechuga (Viena, Austria, 1920), fue cedida al Museo Franz Mayer. Así, la coleccionista, quien se encuentra delicada de salud a causa de un enfisema pulmonar, cumple su deseo de dejar en nuestro país las piezas que dan testimonios de la cultura de los diferentes grupos étnicos de México.

Además, decidió donar a la revista Artes de México los 20 mil negativos con las imágenes que muestran las fiestas, danzas y ceremonias indígenas en distintos estados de la República. Se trata de fotografías que la apasionada del arte popular mexicano captó a partir de 1947, cuando durante una visita a Bonampak nació su interés por la fotografía al sentirse impresionada por la selva y los lacandones.

Ruth Deutsch Lechuga llegó a México en 1939, cuando tenía 19 años de edad. Desde entonces comenzó a recorrer el país en mula, canoa, avioneta y autobús para llegar hasta todos los rincones donde pudo. Siempre se ha declarado como una amante de la cultura nacional y, por ello, en 1954 adquirió la nacionalidad mexicana.

La colección que el Museo Franz Mayer recibe "junto con los tres departamentos que la albergan en la colonia Condesa" consta de cerámicas, textiles, cestería, máscaras rituales, piezas de barro, pintura popular, ex votos, papel picado, lotería, juguetes, platería y toda clase de representación imaginable de los pueblos indígenas.

"Son piezas muy escogidas en torno a cómo evolucionan ciertas tradiciones y a cómo las costumbres de México se funden o se separan. Por ejemplo, en la sección de Nacimientos hay desde cosas muy tradicionales hasta piezas adornadas con la flor de siempreviva, hechas por artesanos que han muerto y que por lo tanto se trata de piezas únicas e irrepetibles, de tradiciones que han desaparecido y otras que siguen vivas", explica Gabriela Olmos, quien durante los últimos cuatro años ayudó a la coleccionista a documentar y clasificar cada una de las obras.

El director del museo Franz Mayer, Héctor Rivero Borrell, cuenta que Lechuga se acercó al museo para preguntar si el patronato de este museo aceptaría integrar su colección de arte popular. Tras aceptar, las autoridades del museo decidieron que los tres departamentos funcionen como centro de estudio de la colección, pues no es un lugar ideal para un museo porque es edificio de vivienda.

"El Franz Mayer tiene pensando que al concluir la catalogación y el estudio, se considere si se buscan nuevas instalaciones, si se restaura una casa, si se presta, si una parte itinera, en fin. Ya hay solicitudes concretas de Rotterdam y de Viena. Las posibilidades están abiertas".

Ahora Ruth Deutsch Lechuga enfrenta graves problemas de salud, pero según cuenta Gabriela Olmos, hace todavía dos semanas ella misma ofrecía explicaciones de cada pieza que se encuentra en su casa-museo. Sobre todo de aquellas que son sus favoritas, como la sala de juguetes o las miniaturas talladas en hueso por el artesano Roberto Ruiz.

"Hay artesanías muy interesantes, como los jarros pulqueros de Metepec, piezas que están en peligro de extinción porque ya no se siguen haciendo. O algunas muy difíciles de conseguir, como las máscaras coras de la zona de Jesús María, Nayarit, las cuales después del ritual se queman o se echan al río, entonces conservar una de ellas es muy valioso", precisa Olmos.

En 1998 la revista Artes de México dedicó el número 42 a Ruth Deutsch Lechuga, en reconocimiento a su labor como coleccionista y estudiosa de los pueblos indígenas. Margarita de Orellana, subdirectora de la revista, dijo que como beneficiarios de la donación fotográfica seguirán trabajando en la documentación de cada imagen y las posibilidades para seguir difundiéndolas.