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Completan a Schopenhauer en español

Jorge Luis Espinosa| El Universal
Miércoles 25 de agosto de 2004
Hasta hoy la obra del filósofo se había conocido parcialmente en español; con la traducción de El mundo como voluntad y representación y Complementos, su pensamiento de juventud y madurez está al alcance de los lectores hispanos

Cuando en 1819 el filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860) decidió publicar lo que sería el primer volumen de El mundo como voluntad y representación esperó que su aparición le trajera la fama y el reconocimiento, pero sólo consiguió el desdén, la indiferencia, y la vida se le tornó amarga.

Hegel era el amo y dueño de la escena filosófica en la Europa de su tiempo, por lo que a Schopenhauer no le quedó más que el odio, el resentimiento y un revanchismo que lo llevó al extremo de que cuando en 1820 le ofrecieron una cátedra en la Universidad de Berlín, escogió impartirla a la misma hora en que Hegel ofrecía la suya en otra aula.

El resultado fue avasallador. Las clases del odiado enemigo se llenaron y la suya quedó vacía.

Pero su situación empezó a cambiar cuando en 1844 publicó una nueva versión de El mundo como voluntad y representación , al que le añadió un segundo volumen, Complementos , fruto de las reflexiones que había hecho durante los 25 años que mediaron entre la primera y esta nueva edición.

Schopenhauer conocerá la fama y el reconocimiento no sólo de sus contemporáneos, sino de la sucesivas generaciones de pensadores, músicos y narradores que van de Friederich Nietzche a Jorge Luis Borges, pasando por Wagner, Mahler, Kafka y Freud, entre muchos otros.

Sin embargo, en el orbe hispánico pareció seguirle la mala suerte, porque curiosamente, aunque su fama no es menor en países de habla española, la realidad es que a Schopenhauer se le ha conocido fragmentariamente.

De El mundo como voluntad y representación sólo se ha divulgado el primer volumen. El segundo tomo es prácticamente inédito, porque éste ha sido dejado de lado cada vez que se edita la obra cumbre de este genio alemán de pelos hirsutos y mirada severa.

Por lo mismo, el investigador español Roberto R. Aramayo decidió hace tres años emprender la tarea de traducir del alemán la totalidad de esta obra que acaban de publicar el sello español Círculo de Lectores y el Fondo de Cultura Económica (FCE), "un acontecimiento editorial sin precedente", como lo aseguran los mismos editores.

Una edición que llega, además, a coronar la labor editorial del FCE, que este año celebra sus primeras siete décadas, tiempo en el que su labor central ha sido precisamente la publicación de las obras capitales de la filosofía, economía y política, entre otras materias.



Schopenhauer en español

La edición del FCE y Círculo de Lectores reúne en el primer tomo los "cuatro libros" y el "Apéndice", tal como apareció en la edición de 1819. En tanto el segundo volumen incluye los llamados Complementos .

En éstos, Schopenhauer reelabora las tesis del primer volumen, además de incluir textos inéditos, como la Metafísica de la sexualidad. Si el primer tomo está escrito por un joven, el segundo lo hace un filósofo maduro.

Por eso, como ha escrito el filósofo español Eugenio Trías, con la versión de Aramayo por fin se podrá gozar de una edición y traducción entera de la gran obra de Schopenhauer en lengua española. "Una traducción excelente, efectuada con criterios lingüísticos y filosóficos actuales, que permite el acceso a una de las obras más influyentes de la filosofía alemana del XIX".

Roberto R. Aramayo recuerda que la primera edición de El mundo... , que no incluía "el decisivo `Apéndice` sobre su crítica de la filosofía kantiana", fue realizada por Antonio Zozaya y Edmundo González Blanco, y publicado en tres volúmenes en la editorial La España Moderna (Madrid, 1896-1900).

Pero la traducción que más ha circulado es la que Eduardo Ovejero hizo en 1927 y que la editorial Aguilar publicó originalmente en un sólo tomo de mil 207 páginas.

Luego fue parcialmente reimpresa por la editorial Porrúa (1983) y también por Orbis (1988), pero fue marginado no sólo el `Apéndice`, sino todo el segundo volumen de los Complementos . Además, como precisa Aramayo, "esta versión castellana de Ovejero es demasiado libre y poco fidedigna".

Y el resultado de todo esto es que el lector hispano ha conocido una versión parcial de la obra de Schopenhauer porque, como dice en entrevista por correo electrónico Aramayo, "así lo dictó una extravagante y mezquina política editorial" que con tal de "abaratar los costos de la edición", decidió dejar a un lado el segundo tomo.

¿Qué nos hemos perdido de Schopenhauer con esta mutilación de su obra?

Pues nada menos que 25 años de trabajo (los que van de 1819 a 1844) destinados a enriquecer esa misma obra.

¿Por que una obra tan fundamental no había conocido una traducción completa?

Si las editoriales no parecían dispuestas a rescatar en su integridad una traducción del pasado, mucho menos lo estarían a hacer un encargo tan oneroso desde cualquier punto de vista.

¿Esta es la traducción en castellano más completa de El mundo como voluntad y representación?

Ahora mismo sí. Hay otra en curso, que prepara Pilar López de Santa María para la editorial Trotta y de la que por ahora sólo se ha publicado el segundo volumen, dejando para después el primero. Además me consta que desde hace varios años la editorial Akal tenía en cartera otra edición, pero no acaba de ver la luz.

Publicarla en dos tomos fue el deseo de Schopenhauer. ¿Esto que importancia tiene para la obra en si?

Desde luego. Schopenhauer no quería que fuese de otro modo, porque se trataba de dos versiones publicadas en épocas muy diferentes y deseaba que sus lectores pudieran completar su intuición juvenil con las aportaciones de la madurez.



A bordo de ?El mundo...



Aramayo recuerda que traducir El mundo como voluntad y representación fue un trabajo exhaustivo que le llevó casi dos años, desde finales de 2001 al verano de 2003.

Acerca de las mayores dificultades al traducir al filósofo alemán, explica que lo más laborioso fue traducir las citas que Schopenhauer usa a lo largo de los dos tomos y que están en griego, latín, inglés, francés e italiano.

"Estas citas dificultan sobremanera una lectura fluida del texto. Por eso decidí entregarlas todas en castellano", precisa el investigador del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).



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