Durante la presentación del libro "La lata del domingo", que reúne una selección de los trabajos de Paco Calderón, el historiador y editor mexicano Enrique Krauze afirmó que la caricatura de los domingos es la filosófica, la alegórica, la que utiliza la palabra, incluso es un pequeño tratado moral sin moralismos.

"Porque Calderón además de ser un hombre particularmente bien informado de la escena mexicana e internacional, es liberal pero no es jacobino, es liberal pero no quiere la destrucción del estado, es un hombre que habla con detalle de la vida política y social, no sólo es un crítico de la política", dijo el director de "México Nuevo siglo".

Krauze acotó que la caricatura de Paco Calderón es una crítica de las costumbres, de las ideas hechas, de las ideologías, de los fanatismos, de las hipocresías, de los dogmatismos.

"Es una caricatura con sentido común, de la claridad, de la sensatez, de un humor sin chacota, sin relajo, sin mal humor, Calderón se ha convertido en un espacio de claridad y de razón, es uno de los frutos más cumplidos y esperanzadores, diría yo, de la nueva democracia mexicana", expresó.

El historiador y editor mexicano, confirmó, luego de realizar un repaso muy general por la historia de la caricatura en México, desde la época de la Reforma, que Paco Calderón es un caricaturista heredero de la mejor tradición liberal.

Dijo que Calderón practica dos universos paralelos, la caricatura diaria y la semanal, donde capta la actitud que revela, la miseria de la vida diaria, y donde están los personajes, no la tipología y en eso se hermana con la mejor tradición liberal.

Por su parte, el escritor mexicano Federico Reyes Heroles aseguró que el artista de la pluma se trata de un crítico verdadero sin límite y agitador de conciencias que no hace distinciones, con lo que ha ampliado la libertad de los mexicanos.

Indicó que una de las grandes aportaciones de Calderón a la cultura gráfica de México es que además de los políticos que ocupan el mejor espacio en sus cartones, impone que un mexicano crítica a los mexicanos, lo que habla de una madurez novedosa.

"En la misma línea de Quezada pero lejos de la crítica al folclor, la caricatura de Calderón para a los intocables frente a los lectores, la lista incluye a los indígenas, a los estudiantes, a los maestros, a las mujeres, a los deportistas, a los artistas, a los sacerdotes, a los medios, a los intelectuales, nadie escapa", acotó.

Reyes Heroles, reunido junto con Krauze, Antonio Neri Licón y Lilly Téllez en el Patio de Los Condes de Valparaíso, magnífico edificio del México colonial, dijo que Calderón hace una crítica hasta de sí mismo, que es una garantía de ser un crítico sin límites, no selectivo, obligado a mirar a todas partes.

Por su parte Neri Licón, amigo y colega de Calderón, manifestó que es un provocador por naturaleza que tiene la capacidad de hacer enfadar hasta sus seguidores, su pluma ha evolucionado desde la primera entrega en 1983 a la fecha, se ha vuelto más dinámica.

Del libro consideró que no es tan sólo la caricatura del domingo o la lata del domingo como la llama el autor "es también anecdotario de historias, álbum de recuerdos infantiles, servicio de mensajería, bitácora de viaje, mesa de debate, crónica gráfica, autobiografía y espejo, no sólo en el que Paco se refleja sino en el que nos vemos los lectores también".

Neri Licón destacó que los cartones de Calderón, aparecidos en la columna editorial con el título "Calderón en Reforma" y que toma otros nombres según el diario en el que aparezcan en diversos estados del país, es la idiosincrasia de los mexicanos puesto en el diván.

"En la caricatura del domingo Calderón se toma su tiempo y su espacio, la comienza desde la perspectiva de un ciudadano que vive, pervive, sobrevive, convive y mal vive en una sociedad en constante caos, suerte de observador del acontecer del país y el mundo, es como tener la reseña política de la semana y las tiras cómicas al mismo tiempo", abundó.

Abrumado por los comentarios, Calderón dijo que ahora menos que nunca sabe que va a publicar el próximo domingo en su columna semanal, pues los zapatos del autor de "La lata del domingo" le van a quedar bien grandes.

En 1983 el caricaturista Paco Calderón comenzó a publicar cada semana un cartón en el periódico "El Norte", casi diez años después se trasladó al diario "Reforma", este año, una selección de esos trabajos periodísticos realizados a lo largo de 20 años, han sido reunidos en un libro de lujo publicado por Avantel.

"La lata del domingo" se divide en ocho capítulos, en "Ipse dixit" Calderón relata de manera breve su llegada a "El Norte", luego "Reforma" y los diferentes periódicos del grupo donde publica; en los otros capítulos: "Nosotros", "Pupitre", "Mitote", "Cenotafio", "Bolsillo", "Pasaportes" y "Mamá soy Paquito", está la selección de 20 años de caricatura.

alcr