Los mayores dicen que los primeros organizadores del Carnaval de La Villa eran los mixteros o pescadores de los lagos que había alrededor de lo que hoy es la Basílica de Guadalupe. Hoy la tradición continuará cuando los llamados "huehuenches", lidereados por un comerciante, don Francisco Cárdenas, vuelvan a salir a las calles para desplegar la fiesta de la carne.

Aunque nadie sabe a ciencia cierta cuándo se inició esta celebración, los vecinos de la Villa de Guadalupe se preparan para escuchar los primeros sonidos de "La marcha de Zacatecas", para lanzar el primer grito colectivo y empezar a bailar, mañana por la noche.

Una banda de viento contratada para la ocasión abrirá el domingo el desfile, en el que se espera que el número de parejas participantes este año rebase las 500.

"Se dice que los pescadores tenían un líder, que nosotros representamos con las máscaras de cera que tienen barba abundante y bigote. Todos fingimos que somos el principal o ?huehuenche?, nos vestimos de frac, chistera, paraguas", explicó Francisco Cárdenas, presidente de la mesa directiva del carnaval desde hace dos décadas.

Los 500 "huehuenches" que ya preparan su vestuario, que incluye una capa de terciopelo, viven en colonias como Aragón, La Villa, 15 de Agosto, Santa Isabel Tola, Triunfo de la República, San Juan de Aragón, Gabriel Hernández, CTM y San Felipe.

La fiesta acepta sólo a una mujer y su pequeña corte: la reina y sus princesa. Sin embargo, los "huehuenches" llevan sus mujeres "morras", que son hombres vestidos de mujer, que pasan la tortura momentánea de llevar maquillaje, blusas hechas a la medida, botas o zapatillas adaptadas.

Ricardo del Castillo, trabajador de vigilancia del Palacio de Bellas Artes, hace el papel de "morra" desde hace varios años.

Asegura que no es raro ver a las esposas, hermanas o amigas retocando el maquillaje o recibiendo observaciones para que los inexpertos hombres vestidos de mujer se acomoden los postizos de senos o caminen con más coquetería.

Hay leyendas alrededor de esta celebración, como la de "La muñequita". Cuenta Francisco Cárdenas que sus mayores le enseñaron que un día hace mucho tiempo el líder o "huehuenche" perdió a su hija que era una joven muy bonita.

El afligido padre mandó hacer una representación de la muchacha, una pequeña muñeca, para mostrarla por las calles para saber si alguien podía reconocerla y saber así dónde encontrarla.

Y como todo carnaval tiene la representación del mal que se ajusticia en el cierre de la fiesta. En este caso se trata de "El Ahorcado", irá acompañado por su esposa y su hijo.

Como cada año, la funeraria "Ramírez" volverá a prestar la caja de pino blanco, sin adornos, que servirá para llevar al ajusticiado y la Tintorería Eco no se da abasto para lavar y planchar gratis los vestuarios de los "huehuenches".

También como cada año, en su recorrido los "huehuenches" visitarán, en la colonia Constitución de la República a don Valente Pérez, quien este año ya se prepara con 150 litros de pulque, porque, según reza el dicho, "Huehuenche que no huele a pulque no es huehuenche".

El carnaval de la Villa ha llegado a convocar a 10 mil personas y aunque se ha hecho la petición del cierre de la avenida 5 de Febrero, que desemboca en la Basílica, esto no ha sido posible asegura "Pachis", diminutivo con el que se conoce al organizador del carnaval.

El programa anuncia para este año la actuación, de sábado a martes, de los sonidos "Chato", "Disneylandia", "Merengue" y "Sonorámico".

Los "huehuenches" guardarán su vestimenta el miércoles, pero no por mucho tiempo, ya que el 19 de marzo participarán en un desfile que se iniciará de la avenida Gandhi por el Paseo de la Reforma y hasta el Zócalo.