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Compañía Nacional de Teatro, una historia de claroscuros

Gabriela Jiménez Bernal| El Universal
Lunes 27 de octubre de 2003
Tres personajes ligados, en distinas etapas, a la Compañía Nacional de Teatro, revisan aquí una historia de claroscuros

Los años gloriosos de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) los registra el pasado: grandes montajes, elencos de renombre, directores y escenógrafos consolidados, así como giras por México y el extranjero.

Su telón no ha vuelto a levantarse igual. Por eso, a 26 años de su fundación y tras el anuncio de su nueva etapa de renovación, tres personalidades clave en la historia de la CNT recuerdan algunos de los hechos que la convirtieron en figura central de la escena teatral mexicana.

La primera coincidencia entre los entrevistados, y que vale destacar, fue que para ellos la mayor dificultad ha sido la falta de presupuesto.

Lo anterior se refleja en el monto que el INBA acaba de destinar para el primer año de su nuevo "despegue": 3 millones de pesos, la misma cantidad que recibía José Solé cuando la dirigió hace 25 años, según sus propias palabras.



El arranque

La idea de fundar una compañía nacional de teatro vino de Héctor Azar, pero fue Solé quien consiguió que se creara por decreto presidencial, el cual se publicó en el Diario Oficial el 20 de julio de 1977.

A partir de ese año y hasta 1986, Solé tomó las riendas de la agrupación.

"Nunca ha habido en México una compañía estable con la cantidad de primeros actores y actrices con que pudimos contar. Hasta el propio Rafael Solana hablaba de nuestro repertorio", comenta el director.

A su memoria llegan algunos datos que reflejan la actividad que tuvo el grupo: Seis obras al año de autores clásicos y contemporáneos (cuando en el 2002 sólo se montaron dos, y en este al parecer será sólo una), funciones con teatros llenos, la participación de actores veteranos y nuevos talentos, la presencia de directores extranjeros de compañías como el Royal Shakespeare Theatre, presentaciones en el Festival Internacional Cervantino y giras por Centroamérica, el sur de Estados Unidos y España. Salían con tres trailers por toda la República Mexicana y trabajaban en espacios al aire libre, sobre todo en la frontera.

Cómo olvidar a actores de la talla de Carlos Ancira, Germán Robles, Luis Gimeno, Virginia Manzano, Yolanda Mérida. O montajes como Luces de Bohemia, La verdad sospechosa, Tres hermanas, De la calle, Crimen y Castigo. Y a directores como Julio Castillo y Luis de Tavira.



El descenso

Desde hace más de tres años el nombre de la CNT dejó de tener resonancia: no había directores ni actores definidos. De ahí que el propio Solé llegara a comentar: "Hay que reconocer que ha quedado como membrete pero de calidad" (EL UNIVERSAL 19/12/02).

¿Qué sucedió con la compañía? se le pregunta a Germán Castillo, quien se hiciera cargo de ésta en el periodo 1987-88.

Sus cambios eran lógicos. Es una compañía que surge casi contra corriente, contra las leyes del mercado. Desde su fundación el país ha tenido quiebras, por eso su estabilidad no dependerá de una autoridad.

Pese a ello, el director cree que la CNT ha tenido éxitos en todas sus etapas, dirigida en su momento por Solé, el propio Castillo, Alejandro Luna, Mario Espinosa y Otto Minera, "quien quiso desaparecerla", recordó el entrevistado.

"La agrupación nunca decayó, sólo perdió el perfil que le dio Mario Espinosa: obras bajo una misma óptica. Esto permitía al público apreciar diferentes estéticas con un mismo tema."



¿Futuro incierto?



El pasado lunes 13 de octubre se anunció el despegue de la CNT, que reaparecerá en la escena mexicana con una versión del Don Juan Tenorio , de José Zorrilla, en el Palacio de Bellas Artes.

La agrupación tendrá un director artístico diferente cada dos años, siendo el primero José Caballero. No habrá elenco fijo, los actores serán convocados conforme a las necesidades de los montajes que la CNT realice al año, que se espera sean tres como máximo, la mitad de lo que se hacía antes.

Al respecto, el actor Luis Gimeno manifiesta sus expectativas luego de haber disfrutado junto con Solé los años de gloria de la agrupación: "Es una etapa que podría ser magnífica si tiene continuidad y no le aumentan burocracia. Necesita un fuerte apoyo económico pues por muy buenas intenciones que tengan las autoridades, no sirven de nada sin dinero".

Gimeno también da una recomendación a los creadores: hacer producciones con talento porque a veces caen en despilfarros.

"Si queremos una compañía que represente a México debe tener peso y calidad en el escenario, y es una tarea nada fácil."



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