Parece ficción pero se trata de un caso real: el Estado mexicano adeuda las tierras que en 1526 los españoles reconocieron como propiedad de los herederos del gobernante Motecuhzoma Xocoyotzin, también conocido como Moctezuma II. Esta deuda, afirma la historiadora Blanca Barragán Moctezuma, no sería cubierta ni con el Producto Interno Bruto del país.

El nuevo intento de algunos herederos del gobernador azteca por cobrar las pensiones que se les pagaban desde 1526 despertó el enojo de quien se presenta como la depositaria legal de un inmenso acervo documental con la historia de los descendientes de Moctezuma II.

Blanca Barragán asegura que la mayor parte de los herederos en México no están interesados en las pensiones pero advierte que si el gobierno mexicano se atreve a pagarlas nuevamente a los descendientes en España, todos exigirán lo que les corresponde.

El pasado 22 de agosto EL UNIVERSAL publicó que tanto la familia Acosta de México y Miravalle de España realizan intentos por recuperar las pensiones que el gobierno les otorgaba desde el siglo XVI y que les fueron suspendidas en 1934, por un decreto del entonces presidente Abelardo L. Rodríguez.

Ante esta información, la historiadora descendiente en decimoquinta generación decide abrir su archivo a este diario para demostrar, entre otras cosas, que son "los únicos descendientes de Moctezuma que poseen la documentación necesaria para ganar un juicio al Estado mexicano por concepto de la deuda".

Entre sus "tesoros", esta familia posee el testamento de Tecuichpo, única hija legítima del tlatoani Moctezuma, un documento fechado el 11 de julio de 1550, cinco meses antes de su muerte, y avalado por la Secretaría de Gobernación. Asimismo, el testamento de Pedro, hijo natural del gobernante azteca, reconocido legalmente como la segunda rama de descendencia.

"A nosotros no nos interesa ningún dinero pero si ellos (los Miravalle) hacen las gestiones y el gobierno mexicano se atreve a pagar, todos vamos a reclamar el tanto que nos toca. Ya era demasiado el dinero que se iba de México a Europa para mantener a esa bola de parásitos y no es justo que le hagamos eso a México. ¡Yo no quiero sangrar a mi país!", asegura.

El abogado Jesús Juárez Flores, asesor legal y esposo de Blanca Barragán, explica que contrario a lo que muchos creen el caso de la deuda a los Moctezuma no está cerrado. Para empezar aclara que se les han llamado "pensiones" de manera inadecuada, pues no se trata de un pago que se otorgue por concepto de su linaje, sino por el reconocimiento legal como dueños de las tierras donde se asentaron los españoles.

Para demostrarlo cuenta con documentos jurídicos que van del siglo XVI al XX, el cual mantiene bajo estrictas medidas de seguridad y condiciones de conservación. Los expedientes incluyen los juicios ante el gobierno mexicano en el que demandan reconocimiento, acreditación de deuda, reclamación de la misma y comprobación de descendencia vía documental.

"El asunto no está cerrado porque el gobierno de la colonia española lo inscribió en El Gran Libro de la Deuda Pública, y la deuda pública es imprescriptible. Simplemente se ha dejado de cobrar de 1934 a 2003, por lo que el gobierno mexicano debe, sumado a la gran deuda, casi otro siglo de intereses. Es una cantidad para volverse locos".

Para la historiadora, detrás de todo sólo está el interés económico de sus parientes en España. "Yo no sé qué quieren que les reconozca, si están y estuvieron reconocidos. Lo que quieren es dinero pero es tan alta la cantidad que sangraría a la economía nacional. Es mentira que se sientan orgullosos de su pasado indígena, sólo quieren lucrar".