Encontré un juguete! ¡Encontré un juguete!" Así grita Julián, El Pollo, un pepenador de sólo siete años de edad. Está contento porque mientras trabaja en uno de los basureros de la ciudad de México, encontró un muñeco de plástico con la figura del Hombre Araña, quien tal vez después de muchas batallas en favor de los necesitados, llegó hasta ahí sin brazos.

De cualquier forma eso no importa mucho porque para Julián es un tesoro, un tesoro que sale a buscar todos los días entre las montañas de basura. Es el más pequeño de una familia con cinco hijos y, como todos los demás, ayuda en la pepena buscando objetos que se puedan vender para ganar unas cuantas monedas.

Todos los días lucha contra el mal olor, los animales muertos, los roedores y las enfermedades de la piel que produce trabajar entre toneladas de basura. Sin embargo, su tierno espíritu no desaparece y su carita de tez morena se ilumina cada vez que suceden ese tipo de hallazgos.

Historias como ésta han sido documentadas por el fotógrafo sueco Johan Sundgren, quien luego de vivir durante tres años con la comunidad de pepenadores del tiradero de Milpillas, cerca de Cuernavaca, captó diversas imágenes que deshacen el estereotipo que asocia a la basura exclusivamente con la miseria y el subdesarrollo.

En esta exposición titulada Una mirada a la basura. Desechos y pepenadores en México , el ojo de Sundgren busca dignificar la actividad de aquellos grupos sociales marginados que hacen de lo inservible para otros, su forma de vida y su sustento. Sólo para ejemplificar, se calcula que alrededor de 300 mil familias viven de la pepena, una palabra de origen náhuatl que significa "levantar del suelo".

Sandra Rozental, curadora de la exposición, explica que el propósito es conocer, más allá de los estereotipos, las relaciones sociales, la vivienda, los festejos, la religión y el juego que envuelve las vidas de aquellos que nacen y mueren con sólo un horizonte de basura en la mira. "No se trata de idealizar, ni de hacer abstracción de la miseria ni de la marginación, sino de entender las complejas vidas de los pepenadores, que no son reducibles a un cliché ni pueden ser comprendidas si se miran desde un solo ángulo".

Otro de los que ha trabajado con estos grupos es el artista mexicano Rogelio Martínez Merling, quien presentará un documental llamado "Los pepenadores", en el cual presenta testimonios de niños y adultos que viven en el tiradero del Bordo de Xochiaca, ubicado en la periferia de la ciudad de México. Al igual que Sundgren, Martínez Merling ofrece una mirada desde adentro de la comunidad, pues convivió con ellos a mediados de la década de los 90.

Este par de trabajos sirvió como pretexto al Museo Nacional de las Culturas Populares para organizar un foro donde se expresen los diversos fenómenos que involucran el manejo de la basura, por lo que además de la exposición fotográfica y la proyección del documental, han planeado un ciclo de conferencias en el que participan investigadores, artistas, antropólogos autoridades, barrenderos, pepenadores y especialistas de otros países.

Jorge Sánchez Gómez, ingeniero en control ambiental, destaca la importancia de este tipo de foros en la medida en que, históricamente, cuando se trata el tema de la basura se han soslayado aspectos como el social, el ambiental, de salud y sostenibilidad, que otros países, principalmente europeos, ya han alcanzado.

"Uno de los problemas en México es que siempre le hemos dado un enfoque muy parcial a la basura. En la medida en que le demos la importancia a los diferentes componentes involucrados podremos ir evolucionando. La idea es mostrar que el tema de la basura tiene otras caras, y si lo reconocemos así vamos a tener más claras las soluciones".

El ingeniero Sánchez participará en el ciclo de conferencias con una ponencia que explica cómo se manejaba la basura en tiempos prehispánicos y cómo se ha perdido la visión cosmológica que se tenía.

Como un aspecto novedoso, se abordará el tratamiento de la basura en comunidades indígenas, para lo que se ha invitado a especialistas de las comunidades mixteca y tarahumara. Además, artistas plásticos crearán 10 obras a partir de deshechos para mostrar que la basura también puede ser vista desde la mirada artística.

Mientras tanto, El Pollo seguirá trabajando entre el hedor, los sillones viejos y las casas hechas de cartón y plástico. Hoy estará feliz de tener con él a su superhéroe favorito, pero el Hombre Araña no podrá hacer mucho por Julián.