Aunque durante su vida alcanzó fama y reconocimiento nacional e internacional, actualmente el artista Rubén Herrera es casi desconocido en la historia de la pintura mexicana. Por tal motivo, y a manera de homenaje, hoy se presenta un libro que reúne su vida y obra.

Rubén Herrera es el mayor exponente de la plástica coahuilense de fines del siglo XIX e inicios del XX. Nació en Zacatecas, en 1888, pero por decisión de sus padres desde niño se trasladó a Saltillo, ciudad que adoptó para residir gran parte de su vida.

Quizá el olvido de este pintor se debe a que pertenece a la época del porfiriato, cuyos creadores resultan lejanos y casi ocultados por los posrevolucionarios, quienes tomaron las riendas de lo que sería el arte moderno mexicano.

A decir del investigador Juan Manuel Corrales Calvo, coordinador del texto, las obras de Rubén Herrera entraban en el gusto conservador y académico, institucionalizado por el Estado y aclamadas por la sociedad del momento que perseguía en la plástica el realismo decorativo.

"Su formación académica en Roma le imprimió un sello, que a pesar de la personalidad propia del artista, no lo hizo avanzar dentro de las corrientes de la plástica del siglo XX, remontándolo a las producciones decimonónicas muy despreciadas hoy en día".

En el libro Rubén Herrera (1888-1933) se incluye una buena parte de sus retratos, paisajes y apuntes, así como una detallada narración de su historia personal y el contexto en que se desarrolló como artista.

Se trata de una edición de 180 páginas en papel couché, de muy buena calidad con comentarios de Lucía Ruanova, presidenta del Patronato del Museo Rubén Herrera; Jesús Ochoa, rector de la Universidad Autónoma de Coahuila; y del presidente municipal de Saltillo, Óscar Pimentel.

Rubén Herrera (1888-1933), será presentado hoy, con la presencia del gobernador de Coahuila, Enrique Martínez, a las 19 horas, en la sala Manuel María Ponce del Palacio de Bellas Artes. (MAC)