NUEVA YORK.? El primer lenguaje escrito del Nuevo Mundo fue desarrollado en el sudeste de México por la civilización olmeca, según una investigación difundida por la revista científica estadounidense Science en su edición de hoy viernes.

En excavaciones realizadas en San Andrés, en el estado de Tabasco, científicos estadounidenses encabezados por la antropóloga Mary Pohl de la Florida State University encontraron un cilindro de cerámica y una placa de piedra nefrítica con glifos, que datan aproximadamente del año 650 a.C.

Estos objetos muestran, entre otras figuras, un pájaro de cuyo pico emergen símbolos. Según las conclusiones publicadas en Science (Nr. 298, página 1.984), los investigadores consideran que se trata de un sistema de escritura que presenta similitudes con los posteriores glifos de la cultura maya.

Los científicos creen que podría tratarse del nombre de un rey que, como era usual en las antiguas culturas mesoamericanas, correspondía a un determinado día del calendario.

Las investigaciones llevaron a la conclusión de que la llamada cultura de La Venta ya conocía para entonces el calendario ritual de 260 días que luego se propagó en toda Mesoamérica.

San Andrés está situado a cinco kilómetros de La Venta, uno de los centros de la cultura olmeca preclásica, que se desarrolló en la costa del golfo de México desde 1,500 a.C. y que es considerada la cultura más antigua de la región.

Los glifos descubiertos son, según los científicos, unos 350 años más primitivos que los encontrados en el área de la cultura zapoteca, en el sureño estado mexicano de Oaxaca, considerados hasta ahora los más antiguos de América. En el Viejo Mundo la escritura se había desarrollado más de 2 mil años antes, en Egipto y Mesopotamia.

Para los investigadores, la escritura olmeca fue la base para el perfeccionado sistema de escritura de la cultura maya (unos 200 a 900 años d.C.), que combinaba imágenes y fonemas y es catalogado como muy estandarizado y abstracto.

El sistema de escritura maya, ampliamente descifrado por los arqueólogos, era mucho más desarrollado que los pictogramas de la posterior cultura azteca (1,325-1,521).

De las otras grandes civilizaciones, como la teotihuacana, que floreció al mismo tiempo que la cultura maya en el centro de México, o como las culturas andinas sudamericanas, no se conoce hasta ahora ninguna forma de escritura.

El hallazgo en las costas del estado de Tabasco, en el golfo de México, echa abajo todas las teorías previas mantenidas hasta el momento sobre los inventores del sistema de escritura en el Nuevo Mundo.

Los investigadores descubrieron un cilindro utilizado como sello y fragmentos de una placa de piedra verde talladas con jeroglíficos que datan del año 650 a.C. durante una reciente excavación.

Hasta ahora la evidencia más antigua de la escritura y el calendario (dos de los principales símbolos de la civilización mesoamericana) databa de 300 años a.C., hallado en Oaxaca, en el sureste de México.

"Los fragmentos de la placa son del tamaño de una uña y el del sello de un puño", dijo Mary Pohl, antropóloga de la FSU, quien participó en el descubrimiento de las piezas.

Pohl indicó que el descubrimiento es una evidencia de que la cultura olmeca fue la primera en Mesoamérica que formalizó la escritura y el calendario.

"Los olmecas fueron los primeros en formar un Estado político y la escritura está intímamente conectada con los legisladores en términos de publicitar su poder, por eso tiene sentido que hallan sido los primeros en utilizar la escritura", afirmó Pohl.

"No obstante hasta ahora nadie había encontrado evidencia de ello", enfatizó la profesora en declaraciones desde Tallahassee, la capital estatal de Florida, donde se ubica la FSU.

El sello, es un objeto esculpido de forma cilíndrica que era utilizado para imprimir varios materiales, y los fragmentos de la placa piedra verde fueron encontrados en 1998 a cinco kilómetros al noreste de La Venta, el centro del periodo mediano de formación de la civilización Olmeca.

Tanto el sello como la placa son aspectos claves que muestran que los manuscritos mesoamericanos estuvieron presentes en la escritura olmeca, según la antropóloga.

Los resultados de la investigación serán publicados en la revista Science (Ciencia) en su edición del 6 de diciembre.

La investigación se realizó con fondos de la Fundación Nacional de Ciencia y la Fundación para el Avance de Estudios Mesoamericanos, y el apoyo de la Fundación Arqueológica del Nuevo Mundo y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, de México.