Ocotepec, Morelos.- La comunidad de esta localidad celebró una misa para recordar a su vecino, el filósofo Iván Illich, quien murió este lunes en Alemania de cáncer en la parótida derecha, según su médico Maximino Celis.

En la capilla de los Ramos, ubicada a la vuelta de la casa que habitó el filósofo por casi 30 años, se reunieron principalmente vecinos así como representantes de organizaciones civiles y párrocos ligados a la teología de la liberación, en la cual participó activamente Iván Illich.

Precisamente el cura Baltazar Bucio López, uno de los seguidores de esta doctrina, ofició la misa y dijo que Illich dejó como legado el valor de la convivencia.

En las reuniones que organizaba Iván Illich se podía conversar de todo, era un hombre brillante. Así lo recuerda el escritor mexicano Vicente Leñero, quien tuvo la oportunidad de conocerlo. Fue un importante humanista al que muchos llamaron filósofo de la cultura.

La relación que Leñero mantuvo con él no fue tan estrecha, pero sí suficiente para confirmar que "era un pensador notable y un hombre metido en su trabajo", refiere.

Illich, nacido en Viena, hablaba ocho idiomas y contaba con estudios sobre historia, cristalografía, filosofía y teología.

En México, en La Ciudad de la Eterna Primavera , Cuernavaca, Illich creó el Centro Intercultural de Documentación (Cidoc), que contribuyó de manera relevante al cambio del pensamiento religioso de los años 60, opinión en la que coincide Vicente Leñero: "Él, junto con Méndez Arceo y Gregorio Lemercier, fueron la punta de lanza de una renovación católica, crearon una manera diferente de ver la religión".

Referirse a Illich es hacerlo como un crítico de la modernidad, pues planteó en sus obras la búsqueda de la armonía entre los seres humanos y la naturaleza.

También era visto como el padre de la "antiescuela": Iván Illich propugnaba la desescolarización de la sociedad como un método para evitar el sojuzgamiento de las clases oprimidas.

Fue un crítico severo de los sistemas de salud e impulsó una política de "autolimitación del crecimiento", criticando fuertemente los "mitos del progreso".

Abandonó sus hábitos tras un procedimiento disciplinario iniciado en su contra por la Iglesia católica armando un escándalo al revelar las 85 preguntas que le formuló la Congregación para la Fe en un sótano de Roma. Renunció a sus títulos eclesiásticos, pero no al celibato.

De sus últimas actividades destaca su cátedra de investigación de la cultura y la educación que ejercía como profesor invitado en la universidad de la ciudad de Bremen, Alemania, desde 1991.

Maximino Celis, cercano al filósofo en los últimos 14 años, afirmó que en el tintero se quedaron artículos sobre el némesis medical "en el sentido de los aconteceres actuales, demandas, diferencias que hay en el uso y abuso de la medicina".

Refirió que hace dos meses hablaron con el FCE para reimprimir toda la obra de Illich, y que en febrero de 2003 la Universidad Autónoma del Estado de Morelos le organizaría un acto para entregarle el Doctorado Honoris Causa. En ese evento el FCE mostraría la reimpresión de la obra filosófica de Illich.

Otro amigo del filósofo, César Añorve, contó que a esta misa acudió la gente más importante para Illich, que fue el sector indígena, campesino, y trabajador.

Su preparación llevó a Iván Illich a ser cura católico en Nueva York y ejercer el sacerdocio en comunidades pobres de Puerto Rico. Fue docente en países como Japón, India y Estados Unidos.