Nezahualcóyotl no es ya la "ciudad dormitorio" ni la "ciudad maquila" del Distrito Federal, como solía creerse. "Identidades y memoria cultural se han fusionado" en este espacio periférico de la metrópoli. Es una entidad de fiestas patronales, de celebraciones populares, de cultura nata, donde a lo largo de casi cuatro décadas ha prohijado cantantes, coristas, pintores y otros artistas aún en el anonimato.

La ciudad creció a paso rápido y ha dejado raíces profundas y sus habitantes encuentran hoy en ella un estilo de vida. "Han sido 36 años de mirar hacia dentro de nuestras calles y recordar que la música, la danza, el teatro y la literatura son una voz interna que llevamos todos y hay que despertarla", indicó Valentín González, originario del municipio, quien anunció diversas actividades culturales para el año 2000, como la presentación de la agrupación teatral Toga y Compañía, quien realizará la primera Temporada de Teatro Escolar con "La zorra alevosa y ventajosa" de Dante del Castillo.

Bajo el patrocinio de la Dirección de Educación y Cultura se llevarán a cabo 50 funciones gratuitas en escuelas primarias de Nezahualcóyotl.

También a principio de año se presentará el primer libro de arte de Nezahualcóyotl, en homenaje al maestro de la escultura en miniatura, Roberto Ruiz, artista mexiquense.

De acuerdo con González Bautista, impulsor de dichos proyectos, se planea publicar un catálogo de creadores de Ciudad Neza y una antología de escritores locales.

La entidad, dijo, ha cumplido 36 años de su fundación y las riendas de su actividad cultural han sido primordialmente conducidas por la propia comunidad, dada su conformación pluriétnica.

"Nuestros abuelos, papás, tíos y amigos hicieron su casa y vida en este municipio cuando aún era asentamiento irregular. Sin embargo, aunque todavía no era cosmopolita, los fundadores de Neza trajeron consigo la riqueza de sus pueblos de origen: su cultura, sus tradiciones, su modo de hablar, su música, su gastronomía y sus leyendas."

Características muy específicas han definido su historia contemporánea. En la década de los 70, por ejemplo, fue esencial participar en las actividades promovidas por las iglesias, las cuales contaban con un amplio programa de obras de teatro, música y danza.

La tradición de las estudiantinas y los coros municipales fue propia de la década de los 70 y 80. Jóvenes y adultos se integraron a las filas de una estudiantina y "muchos de ellos continuaron su carrera musical y se convirtieron en compositores de la denominada canción urbana", acotó.

En la década de los 90 varios compositores de Nezahualcóyotl, a falta de recursos económicos, han llevado sus canciones a los vagones del metro y a los microbuses. Otros más han abandonado la localidad.

Otros de los actos importantes han sido además las excursiones religiosas conocidas como Horizonte, Jornada, Cursillo y Ultrella. Cada una para generaciones específicas. Así, además de desarrollar las propias prácticas religiosas, se ha impulsado el fomento a la lectura, la escritura, el teatro, la danza y la música, indicó.

"No sólo las iglesias han fomentado la cultura, lo ha hecho también la propia comunidad, pues una fiesta en el municipio constituye un gran evento cultural. Los guisos están a la orden del día y deben ser típicos de la región a la que pertenece la familia: pozole estilo Guerrero o Jalisco, tamales y antojitos oaxqueños y bebidas tradicionales", refirió.