Exhiben hoy filme porno gay mexicano
Dos maleantes secuestran a un chavo. Lo llevan a su refugio y lo insultan. Uno de los secuestradores observa una película porno y se excita. Se dirige hacia la presa, baja el cierre de su pantalón y comienza la aparente tortura que deviene en un intercambio lúbrico de felaciones, penetraciones y caricias. Así inicia la película porno gay SeXXXcuestro , de Summer Gandolf, que será presentada este miércoles, a las 20 horas, en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30). La antigua casa de los Condes de Santiago de Calimaya servirá de marco para exhibir este hardcore mexicano que el pasado mes de marzo fue nominado para obtener el premio al mejor guión en el Festival Heat Gay de Barcelona. "La exhibimos en el Museo de la Ciudad de México para presentarla sin lagañas -afirma en entrevista el productor Laars Robledo- y porque por muy porno que sea es parte de nuestra cultura. A veces por no considerar al porno como un género artístico se hacen muchas cosas chafas." Surgida como un juego que paulatinamente fue adquiriendo importancia, esta cinta es la primera producción de la compañía Erotic Digital. "Estamos obligados a que las siguientes tengan la misma calidad o mejor", dice Robledo quien, al igual que todos los participantes en la elaboración del filme -algunos muy prestigiados en el medio-, usa seudónimo. Agrega que se está trabajando ya en otro proyecto y en la posible distribución de la cinta en Estados Unidos y Europa. Para los actores que protagonizan la cinta ésta es su primera experiencia en el porno. Se les eligió tanto por sus características histriónicas como físicas, ya que "en este trabajo las cosas se venden por metro." Se eligió porno gay y no heterosexual "porque no hay chicas que quieran hacer porno en México. Aún tenemos ese oficio muy velado. Esta película exigía que la intimidad emergiera a la luz pública. Las chicas no se atrevían." Los canales de distribución de este tipo de material se limitan a salas especializadas y sex shops . El productor cree que después de este filme se abrirán más vías, a pesar de que entre los empresarios hay mucho hermetismo: "Las distribuidoras quieren darnos 500 dólares por poner en circulación nuestro producto, pero eso no cubre ni el costo ni nuestro esfuerzo." El que Naief Yehya haya señalado los valores cinematográficos de la cinta "es un aliciente para el cine porno -a decir de Robledo-, pero no implica que haya mejor cine artístico o comercial en México. Lo que sí habrá es el comienzo de una industria. Espero que a partir de esta cinta se pueda considerar al porno como una fuente de ingresos para el país."





