Ante el aumento en el número de obras plagiadas de uno de los coloristas más importantes de México, Trinidad Osorio (Ciudad de México 1929-2002), su viuda e hija anuncian que comenzarán a tomar medidas de orden legal apoyadas en la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas (Somaap).

Margarita Osorio, viuda del artista plástico, denunció que las falsificaciones a la obra de su esposo no son recientes, sino que ya tienen tiempo y se han detectado principalmente en Torreón, Cuernavaca, Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal, donde localizaron la última pieza ilegítima en la Casa de subastas Rafael Matos .

Entrevistada por EL UNIVERSAL, Margarita Osorio consideró como una posibilidad que los responsables de este espacio dedicado a la venta de arte fueron "sorprendidos, ya que se trata de un lugar de renombre y porque además colaboraron con nosotras cuando les pedimos que suspendieran la venta de la pieza falsa".

El "galerista sorprendido", como lo llamó la viuda, es Rafael Matos, quien en entrevista vía telefónica señaló que está por verse la falsedad de la pieza, ya que, sin querer mencionar el nombre, dijo que se la llevó a consignación "una persona" que portaba un certificado de autenticidad de Enrique Beraha, director de Galerías Misrachi , que tiene más de 50 años de trabajo en el mercado del arte.

"La viuda y la hija dicen que es falsa pero yo no sé quién tenga más conocimiento sobre la obra de Trinidad Osorio, si alguien que lo conoció hace 50 años... no es tan fácil que una gente como el señor Beraha dé un certificado de algo falso. Nosotros ante la duda la retiramos inmediatamente porque no queremos ni sombra de duda, pero yo no estoy tan seguro de que el señor Beraha dé un certificado de un falso".

Matos señaló que en cuanto le dijeron que el cuadro era ilegítimo, lo retiró de la subasta que se realizó la noche del 18 de febrero de 2002. "El dueño se llevó su pieza y hasta donde entiendo, él tiene una factura, aunque no lo sé con seguridad. Lo del certificado es cierto porque sí me lo trajo. Yo retiré la pieza y no tengo nada más que ver en el asunto".

¿Ya le había pasado esto con obra de Osorio?

No, nunca, con nadie. ¿Quién va a falsificar a Osorio? No, ni es obra que nos interese, la verdad es de un artista que no... la metimos porque estaba muy barata.

¿Cuánto?

El dueño quería 15 mil pesos y en eso se ofrecía en la subasta. No tengo nada que ver en ese asunto porque se la regresé a su dueño, él tiene el certificado que acredita que la pieza es auténtica.

Sin embargo, la viuda asegura que sí hay varias obras falsificadas que se han detectado en esa casa de subastas. "Nada más que tiene que irse con mucho cuidado el jurídico de Somaap. Al dueño de la pieza, del que tenemos su nombre y teléfono, le llamamos y nos remitió con Rafael (Matos), pero él lógicamente no quiere tener problemas, entonces me imagino que sí ha de haber entregado otras cosas más. No nos vamos a basar en imaginaciones, pero por lo pronto ahí está la prueba fehaciente y se están investigando alrededor de 11 piezas más en otras galerías del Distrito Federal".

Respecto del certificado de autenticidad Margarita Osorio se dijo extrañada de que Matos hubiera admitido un "certificado falso del año de mil novecientos sesenta y tantos, de Enrique Beraha, que sí fue cliente nuestro, pero el certificado es falso, es más, es la fotocopia de un certificado".

Janik Osorio, única hija del desaparecido artista informó que el cuadro falso está realizado en un formato que jamás utilizó su padre: se trata de un óleo sobre tela de 75x60 cm. "Es un jardín con dos figuras, mal imitadas, con vegetación abundante, como hacía mi padre, pero está terroríficamente mal trazado. Cualquier gente que conozca de arte detecta que no es un Osorio".

A decir de la señora Margarita, la cantidad en que se pretendía subastar la obra era risible y claramente se prestaba a muchas dudas, ya que Osorio trabajaba los óleos con determinadas medidas: 33x43, 33x53 y después de los años 70 sólo manejaba el de 50x75 y 70x100 cm.

Asimismo, aseguró que actualmente un Osorio en el formato de 50x75 está valuado en alrededor de 7 mil dólares, y el de 70x100 de 8 a 10 mil dólares.

"Desde hace cinco años a la fecha han surgido muchos falsificadores, hemos parado algunos, incluso mi marido incautó algunos y los destrozó; por algún tiempo se detuvieron, pero ahora nuevamente han resurgido".

En esta ocasión, las herederas se dicen dispuestas a ejercer acciones legales y adelantaron que un par de semanas antes del homenaje que le rendirán a Trinidad Osorio, el 23 de mayo en Galerías Misrachi , tienen planeado publicar un desplegado en el que solicitan a los corredores de arte, coleccionistas y galeristas a entrar en contacto con ellas para "ratificar los certificados de autenticidad de la obra de Osorio, ya que a tan corto tiempo de su fallecimiento, 11 de enero de 2002, se han detectado una gran cantidad de falsificaciones de su obra".

Dicha "ratificación" se hará con base en el catálogo razonado que contiene toda la obra del artista, que incluye más de 600 piezas, aunque, reconocen, podría haber algunas más.

"Dejaremos en manos del departamento jurídico de la Somaap la decisión de tomar acciones legales contra los falsificadores porque el principal objetivo es que el nombre de mi esposo sea respetado como una gente íntegra, honesta, disciplinada, que no podía hacer las porquerías que están vendiendo ahora en el mercado, al ser uno de los principales coloristas en México y uno de los pioneros en el grabado en la Academia de San Carlos; queremos mantener ese aprecio de la rectitud de su trayectoria, imagen y respeto a su obra", finalizó la viuda.

Por su parte, el presidente de la Somaap, Julio Carrasco Bretón, informó que ya tomaron cartas en el asunto porque "se sabe de una galería que está vendiendo obra falsa desde hace equis tiempo. La fase inicial es una junta de avenencia entre la abogada y la gente de la galería, porque ni modo que la obra le llegó como un cesto con un bebé a la puerta de su galería. Se supone que es esta galería la que ha estado vendiendo copias".