Harry Potter ha hecho que los niños vuelvan a la lectura
Realmente la autora de Harry Potter es extraordinaria, independientemente de que sus primeras cuatro obras no son manifestación de gran calidad literaria, pero sobresale su preparación y conocimiento sobre mitos, tradiciones, leyendas del norte Europeo, gran conocimiento de la mitología griega, unido a una profunda experiencia de la vida tradicional de los colegios de Inglaterra, es fácil al comprender las torturas que sufre Harry a manos de sus malvados tíos, el panzón de su primo y amigos muestran la influencia de Dikens. El famoso juego del quidditch sobre escobas voladoras y sus reglas, no es más que el reflejo de la pasión de los ingleses por el rugby. Algo impactante es que los cuatro tomos han hecho volver a la lectura a millones de niños del mundo entero. Los niños mexicanos están muy atentos a estos sucesos, pero lamentablemente veo que muchos han perdido la serie de tradiciones y leyendas que siempre nos contaron abuelos, tías, caballerangos, mozos, indígenas y amigos campesinos sobre la vida de infinidad de criaturas mágicas y misteriosas que pueblan los mundos de las diferentes culturas y territorios de México. En la lejana Santa María de las Parras, en Coahuila, fundada el 18 de febrero de 1598 por el gran capitán de los ejércitos de San Ignacio, Juan Agustín de Espinoza SJ, sabíamos perfectamente sobre la existencia de los gnomos que pueblan la sierra y que se dedican a cuidar a los animales enfermos, como venados, conejos, ardillas, patos silvestres, pájaros carpinteros, águilas y uno que otro cuervo. Otra de sus labores importantes es cuidar los nogales para evitar que los pájaros carpinteros agujeren las ramas débiles ya que al apalearlos los niños y hombres pueden encontrar la muerte al caer de importantes alturas. Sabíamos que durante la noche, con pequeñas linternas, llenas de luciérnagas, recorrían los viñedos para desenredar a los pequeños animales, especialmente pájaros que se encontraban en los sarmientos. Solamente las almas muy lindas y puras de los niños podían verlos caminar en una larga fila hacia los viñedos, o bajar también por la noche membrillos, piñones, nueces, higos y dátiles para su subsistencia y las de sus hijitos. En las noches invernales con los terribles fríos y heladas de los territorios norteños la cocina era el refugio más sensacional del mundo, las cocineras nos enseñaban que los carbones ardientes eran los ojos de las brujas que se preparaban para salir volando por la chimenea, cuando veíamos el chisporroteo salir por las chimeneas sabíamos que las brujas ya volaban sobre sus veloces escobas. En Parras se venera el Santo Madero, una sencilla pero maravillosa cruz de madera que se encuentra en una pequeña ermita construida sobre un cerro. Los viernes por la tarde nos recomendaban no subir y menos al anochecer. Casi al pie del cerro había un cuarto abandonado, siempre con puerta y ventana de madera cerrada, y es que los viernes a esas horas el diablo y sus amigos jugaban a las cartas y festejaban la muerte de Cristo creyendo que no resucitaría, pero al amanecer del sábado eran lanzados al infierno, el piso del pequeño cuarto se abría y aparecían las llamas infernales y se esparcía el olor de azufre, cada viernes todos los diablos incluyendo mesas, bebidas y barajas eran retornados al mismo infierno. Incursionar de noche el antiguo panteón donde reposan mis antepasadísimos, solamente lo hacíamos los más valientes. El objetivo era descubrir los fuegos fatuos de que tanto nos hablaban, pero una noche un maldito murciélago se le metió a uno de mis compañeros por el pantalón corto y le mordió un testículo. De inmediato recurrimos a mi querido tío Adrián quien antes de castigarnos levantó a todos los médicos de Parras, y entendimos de inmediato que jamás debíamos meternos con los muertos. En la casa me amenazaban las sirvientas con la posible aparición del pelón. La hermana de mi abuelo durante una calurosa noche veraniega no pudiendo conciliar el sueño salió a rezar el rosario al corredor del primer piso; por la escalera vio que subía el pelón, un niño hijo de una de las sirvientas. Al preguntarle qué hacía a esas altas horas de la noche y ponerle cariñosamente la mano en la cabeza, el pelón desapareció. Al amanecer se descubrió al pelón muerto en su cama. Siempre me dio miedo encontrarlo en la escalera, en el descanso estaba una preciosa pintura colonial de la Virgen de los Dolores. Los padres jesuitas me recomendaron que al subir la escalera no dejara de verla encomendándome a su protección, me aprendí el número de escalones, subía viendo el cuadro de frente y la segunda parte de la escalera la subía de espaldas; la bajada era la operación contraria, la cantidad de fantasmas apariciones y espantos que pululaban y volaban por la noche en los corredores, patios y huertas nos impedían salir de la recámara, solo con gran valentía lo hacíamos algunas veces. Los extraños ruidos que por la noche nos acompañaban eran comunes y estábamos acostumbrados a crujidos de maderas, cadenas por los pisos junto con los aullidos de los coyotes. Cuando de niño conocí Yucatán los amigos de mis primos me instruyeron sobre el mundo mágico del territorio. Existen también gnomos que se llaman Aluxob, que son espíritus mayas de los montes; son muy traviesos, silban para espantar a los venados, golpean con palos los troncos de los árboles para espantarlos y salvarlos de los cazadores. Su especialidad es meterse a las cocinas de casas y haciendas, hechando a perder los frijoles y demás platillos de la variada comida yucateca. Existe la sirena de las frondas X-tabay, una mujer bellísima que aparece en la espesura y te seduce de inmediato. Existen tres libros sagrados como tres biblias que guardan los secretarios de Chancah, Chunpom y X-Cacal. Los santos cristianos están integrados a las tradiciones ancestrales, el Gran Dios había reemplazado a Nohochaacyum, "El Gran Padre Chac", y los Chaacob o dioses de la lluvia están ubicados en el sexto o penúltimo nivel celestial. Controlados por San Miguel Arcángel vuelan montados sobre tigres alados con calabazas llenas del polvo de oro que esparcen sobre la tierra. En el quinto nivel están los señores del yermo. En el cuarto los guardianes de los animales con su jefe San Gabriel. En el tercero habitan los malos espíritus. Los dioses del viento vivían en el segundo nivel y en el primero por encima de la tierra están los Balamob, que guardan las cruces del pueblo y las milpas. Abajo, en lo profundo está Kisin, el dios del terremoto, es el mismo diablo. Los abuelos de Uxmal cuentan de una vieja bruja que vivía en una cueva y daba agua a los sedientos a cambio de niños con que alimentaba a una serpiente gigante. Junto a esta viejita, el perro custodio de tres cabezas de Harry de ascendencia griega y el basilisco de la cámara secreta es menos impresionante que la enorme serpiente maya. El sol Kin cuando se enoja envía el Chinik un viento del oeste, viento malo, que trae enfermedades y muerte. Los espíritus protectores de los montes se llaman Kuilob Kaaxob. El Tamén es el estado de armonía entre los dioses y espíritu el hombre, los H-men son los brujos y herboristas que pueden comunicamos con los espíritus del mundo maya. Hay que reconocer que la arquitectura que aparece con Harry Potter es una lección magistral. La encabeza el castillo de Alnwick, el juego del quidditch está filmado en la propiedad del duque de Northumbeland en Ainwick, un pueblo en la frontera escocesa; otras fueron ejecutadas en la catedral de Durham, obra de 1093 donde se encuentra el sepulcro de San Cutberto. Las escenas del claustro de la catedral de Gloucester fundada en 1089 son extraordinarias. Cerca de Bristol se encuentra la abadía de las religiosas de Lacock, el claustro utilizado fue construido en los siglos XII y XIII. Varias escenas también fueron filmadas en este sitio; el banco es el vestíbulo de la embajada de Australia en Londres. Las escenas del hospital están filmadas en una de las obras maestras de la arquitectura gótica, la Biblioteca Bodleyana del siglo XIV de Oxford. En Inglaterra ya se organizan tours para visitar y conocer estos sitios. Ojalá nuestros brillantes escritores se pusieran a escribir inspirándose en las tradiciones mexicanas, el "gran cine" de México podría filmar la vida de Guy y Canek, obra maestra del genial Abreu, podría filmarse en las haciendas yucatecas y en los cenotes sagrados.





