Sobre la taquilla, una pequeña hoja de papel sintetiza el presente y futuro del inmueble: "No hay función por remodelación, próximamente..." En el interior del edificio impera el silencio, las palomitas aún se mantienen exhibidas tras el vidrio de un mostrador desde el que se puede acceder a las cinco salas. Dentro de poco, el cine Futurama, adquirido recientemente por la delegación Gustavo A. Madero por 30 millones de pesos, iniciará su transformación. Con una inversión estimada en 50 millones de pesos el inmueble se convertirá en un centro de arte y cultura del norte de la ciudad.

El cine Futurama, junto con el París y el Bella Época, fue adquirido por el gobierno de la ciudad de México con el fin de crear un circuito de exhibición de cine mexicano y extranjero de calidad. De los cinco cines involucrados originalmente en el proyecto, el Latino y el Pecime fueron descartados en una primera etapa; de los tres restantes sólo uno, el Bella Época, será destinado exclusivamente a la exhibición cinematográfica. El París será un centro cultural integrado al corredor Reforma, mientras que el Futurama se convertirá en el proyecto más importante de una delegación caracterizada por su magra oferta cultural.

A decir del ingeniero Joel Ortega, delegado en Gustavo A. Madero, "el propósito fundamental es recuperar un espacio que forma parte de esta zona de la metrópoli y que de alguna manera se había abandonado". Agrega que este espacio no es el único en el que podría invertir la delegación ya que si Fideliq bajara el precio del cine Lindavista (90 millones de pesos), estarían dispuestos a adquirirlo.

La última gran sala

Inaugurado el 15 de mayo de 1969, el cine Futurama fue la última sala de grandes dimensiones en México. Con 4 mil 800 butacas, el inmueble construido por los arquitectos Héctor Mestre y Manuel de la Colina, fue considerado, en su tiempo, "no sólo el cine más grandioso de nuestra capital, sino uno de los mejores del mundo".

Tiempo después el cine fue dividido en cinco salas. Cuando cerró sus puertas su rendimiento era de 8.94 por ciento de su capacidad. No obstante su fragmentación y el abandono, el cine aún conserva parte de su esplendor original. La sala principal, despojada de butacas y pantalla, mantiene el decorado de las paredes laterales el cual, en alguna época, se extendía hasta el fondo del inmenso foro. Las cortinas guinda permanecen enrolladas a un costado de la estructura metálica que soportaba la pantalla y sobre la cual descansan las inmensas bocinas.

En las otras salas se aprecia la misma carencia de pantallas, pero no de butacas. En las cabinas de proyección todavía están las mesas de reembobinado así como compartimentos metálicos en cuyo interior hay carretes sin cinta.

Los vestíbulos se aprecian limpios y sin ningún deterioro en pisos y alfombras. Los vitrales y las columnas al parecer no han sufrido daños. A simple vista el cine no parece requerir una gran inversión, sin embargo el proyecto del centro de arte y cultura implicará la remodelación total del inmueble. Según el arquitecto Óscar Díaz González, director general de obras en la delegación Gustavo A. Madero, "la estructura del cine está en buen estado. Tiene el deterioro normal del abandono. Pensamos que el reforzamiento estructural que va a requerir es mínimo".

Díaz González, quien está a cargo del proyecto ejecutivo, detalla el proceso con que iniciará la remodelación: "El proyecto ejecutivo arranca en marzo y tendrá una duración de cinco meses. Involucra a los estudios de mecánica de suelos, la revisión estructural y ver de qué manera este inmueble que se construyó a finales de los 60 puede ser reforzado para que cumpla con el reglamento de construcciones vigente en el Distrito Federal. Dentro del proyecto también vendrá la distribución de espacios, se determinará el número de butacas para las diferentes salas que tendrá y sus aplicaciones. Habrá una consulta pública para saber qué es lo que esperaría la gente de un centro de arte y cultura de esa naturaleza, esto se hará en el transcurso del proyecto porque primero queremos presentarle a la comunidad la propuesta de espacios."

El proyecto incluye áreas para exposiciones de pintura, fotografía, escultura e instalaciones; un salón polivalente de usos múltiples, un teatro, una sala de conferencias, 21 talleres, una biblioteca y un cibercafé, todo en un área de 10 mil metros cuadrados. Esto implicará la modificación total del inmueble incluyendo los espacios comerciales que actualmente ocupan una Librería de Cristal y un restaurante de comida china, entre otros. "El proyecto ejecutivo por monto implica una invitación restringida ?agrega Díaz González?. La obra tendrá que hacerse a partir de una licitación pública nacional. Se estima que costará 48 millones de pesos. El proyecto ejecutivo será del orden de 2 millones de pesos. Los recursos para el proyecto y la obra son de la delegación Gustavo A. Madero, si bien algunas partes serán concesionadas. Mi función es entregar un inmueble ya funcionando y de acuerdo con lo que la Dirección de Desarrollo Social vaya pidiendo."

La remodelación

Joel Ortega recuerda que cuando Fondeco decidió vender dos de los cines que se habían adquirido para crear el circuito de exhibición, la delegación a su cargo se mostró interesada en adquirir uno de ellos: "Cuando a mí me lo comentaron les dije que el cine Futurama estaba ubicado en un lugar estratégico para la delegación, en la colonia Lindavista, junto al Instituto Politécnico Nacional, en una de las vías que estamos rehabilitando que es Wilfrido Massieu. Manifestamos nuestro interés en quedárnoslo sobre todo porque habíamos hecho la propuesta de adquirir el cine Lindavista también. Este cine lo tiene Fideliq y pide por él 91 millones de pesos. Fondeco nos dejó el Futurama en el precio en el que lo adquirió hace dos años: 30 millones de pesos. A nosotros nos pareció más conveniente ir por el Futurama. Ambos cines están en una misma área de influencia. Sí nos interesa el cine Lindavista. Si Fideliq nos lo bajara unos 30 millones se lo compramos, no le hace que lo dejáramos para el año que entra, buscaríamos el mecanismo normativo. Hay que recordar que estamos sujetos a la normatividad local que es bastante angustiante y farragosa.

"El Comité de Patrimonio Inmobiliario se reunió esta semana y ya está asignado a la Delegación Gustavo A. Madero ?añade?. Podemos iniciar el proyecto ejecutivo y el análisis estructural. Para este proyecto estaremos destinando entre 2 millones 100 mil y 2 millones 400 mil. Se piensa hacerlo por invitación restringida en virtud de que estamos en los rangos por el monto de la obra. Calculamos que la obra va a recibir en un contrato bianual una inversión de entre 45 y 48 millones de pesos. Las fluctuaciones en los montos se deben a que necesitamos saber cómo está la estructura del cine para ver qué es lo que podemos hacer."

A partir de las ideas de un grupo de ingenieros en la GAM, entre quienes está Joel Ortega, ya existe un anteproyecto de la obra, basado en el edificio del Centro Georges Pompidou en París. Los arquitectos Luis Vicente Flores y Daniel Álvarez Fernández, de GA, Grupo Arquitectura, esbozaron un espacio como una "gran caja de lámina y cristal" que "durante el día refleja la luz y de noche se convierte en un gran escaparate". La flexibilidad de los espacios y su carácter polivalente son las premisas que tentativamente tendría el inmueble destinado a la práctica y enseñanza de las artes.

"Planteamos un espacio en donde las instalaciones fueran abiertas ?añade Ortega?, donde no se gaste en plafones falsos, que sea moderno, que, como en muchos espacios europeos, la gente pueda ver una película desde la calle. Lo que buscamos en este borrador que hicimos es que el despacho expresara una alternativa y sobre esa lanzaremos las bases para el proyecto técnico, una vez que esté comenzaremos la obra. Son tres etapas las que tenemos que cubrir. Para la parte conceptual necesitamos un grupo de especialistas. Nos apoyaremos en el ICCM, en el INBA y en el Conaculta."

A futuro, el proyecto integrará la participación de la iniciativa privada con el fin de garantizar su continuidad. Se habla incluso de la posibilidad de integrar una pantalla Imax que ayudaría en gran medida al sostenimiento económico del centro. "Tomaremos toda la parte de la entrada principal del cine ?concluye Ortega? y buscaremos que sea un proyecto interactivo, que no sea sólo un centro donde se reciban grandes espectáculos, sino que la gente pueda aprender música, a pintar, etcétera. Será un espacio flexible. Como se lo comenté al licenciado Enrique Semo y al jefe de gobierno dejaremos un espacio para una gran sala cinematográfica, abierta para que pueda exhibirse cine mexicano, que es uno de los fines principales para los que se había comprado. Mantendremos ese interés de darle robustez al cine mexicano."