Las más de mil 200 personas que fueron condenadas a muerte por los tribunales nazis en Viena fueron homenajeadas hoy con la inauguración de un monumento en la Corte Penal Regional, que quiere servir para evitar que se olvide aquella injusticia.

El monumento, diseñado por la artista austríaca Eva Schlegel, es una pirámide de acero que lleva la inscripción "369 semanas", haciendo referencia al tiempo que la ciudad estuvo bajo el régimen nazi.

La escultura emite un haz de luz que proyecta esa leyenda en la fachada de la conocida como "Graue Haus" (casa gris), donde se llevaron a cabo las más de mil 200 condenas y ejecuciones.

Entre los condenados que fueron decapitados con la guillotina se encontraban más de 600 oponentes políticos a la dictadura de Adolf Hitler.

Antes de la inauguración del monumento, se celebró una ceremonia en recuerdo de las víctimas en la que participaron el canciller austríaco, Werner Faymann, el ministro de Justicia, Wolfgang Brandstetter, y el cardenal Christoph Schönborn.

Este monumento debe "recordarnos siempre que nuestra sociedad nunca debe abandonar la democracia", dijo Fayman.

Por su parte, el ministro de Justicia, agregó: "Este lugar es todavía para víctimas y sobrevivientes testigo de un sufrimiento terrible, crueldades inimaginables y crasa injusticia".

"No podemos olvidar nunca, esa es nuestra obligación", concluyó Brandstetter.

En el edificio, en el patio donde se inauguró hoy este monumento, existe desde la década de 1950 una sala en la que se recuerda a las víctimas del sistema judicial nazi.

La Alemania nazi se anexionó Austria en 1938 y el país centroeuropeo no recuperó su independencia hasta el fin de la II Guerra Mundial, en 1945.