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El artista austriaco Hermann Nitsch, considerado en el mundo del arte como una de las figuras más polémicas y provocadoras porque gran parte de su trabajo se sustenta en el sacrificios animales y crucifixiones humanas en una mezcla de pintura y teatro, estrenó ayer en el Ex Teresa Arte Actual su Sinfonía Für Mexico City, dedicada al país que le negó la oportunidad de exhibir una retrospectiva de su obra.

La pieza fue escrita especialmente para México y fue interpretada por un ensamble de 40 músicos estudiantes del Conservatorio Nacional de Música, coordinados por Alexander Bruck, bajo la batuta de Andrea Cusuman, de la Universidad de Londres.

Aunque Nitsch se encuentra en México, no acudió al concierto debido a que el médico se lo prohibió para evitar complicaciones en la afección pulmonar que padeció hace unos días, informó la esposa del creador.

La expectativa por escuchar la obra del artista de 77 años, fundador del Accionismo vienés, atrajo a unas 150 personas al recinto, un público mayoritariamente joven.

La música es una parte esencial de su trabajo y comenzó a escribir sus propias obras cuando al desarrollar el Teatro de Orgías y Misterios no halló la música idónea para sus acciones.

De acuerdo con Giuseppe Morra, especialista en la obra del artista, la música se ha convertido en un punto central para evocar el cosmos, la vida. Según Morra, la Sinfonía Für Mexico City posee elementos que Nitsch consideró que tenían relación con esta ciudad. Aunque el propio artista ha dicho que sus sinfonías son acústicos monumentales, con enormes dimensiones de tiempo, en las que habita el tormento, la lujuria, la agonía, la muerte.

Desde que comenzó el ingreso del público, en el recinto se escuchó un sonido agudo que permaneció durante todo el concierto. La Sinfonía inicia con la tonalidad de la música clásica de concierto para transformarse, en un instante, en una obra desbordante, estruendosa, aterrante. En la pieza hay un constante cambio, metales delirantes, agudos que retumban en los oídos, un drama sonoro desconcertante y poderoso.

Hay músicos en la parte alta, que alguna vez fuera el lugar del órgano de este recinto que antes fue iglesia, y el resto está ubicado donde habría estado el altar; entre ellos, la gente que permanece absorta. Ahí están los artistas Carlos Amorales y Francis Alÿs.

Para Nitsch, México está lleno de vida, de belleza, de horror, de energía que empodera, de agonía, de caos, de muerte; pero también suena a fiesta, a mariachi, a pasado prehispánico, a alegría.

Contra las leyes del mercado. Para Giuseppe Morra, director del Museo Nitsch, uno de los colaboradores más cercanos al artista que ha sido calificado de vampiro, sádico y sin visión artística, la intempestiva cancelación de la muestra que se exhibiría en el Museo Jumex, que se ha convertido en un escándalo en el mundo del arte, "es una gran desilusión".

Nitsch es realmente un artista, un artista que profundiza en la dualidad del ser humano, que aborda lo dionisíaco y lo apolíneo, pero no todas las galerías ni todos los museos lo van a entender y no a todos les va a interesar, pero la obra de Nitsch va más allá de la comercialización. "Lamentablemente, en los últimos años el arte es sólo mercado, es preocupante. Espero que el Museo Jumex pueda ahora reflexionar sobre qué es lo que significa el arte", dijo Morra durante un encuentro con estudiantes de la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda", que se llevó a cabo ayer, horas antes del concierto.

Morra indicó que espera que en algún momento un recinto mexicano considere exhibir la obra del artista "para que forme parte de la cosmología de México y que podamos hacer una gran fiesta", indicó.

"Nitsch abre el mundo con su arte, él ha logrado ver la vida de un modo que va más allá de lo establecido por la sociedad. A mí me cambió la vida de una manera definitiva. No quiero entrar en polémicas por esta situación, estas cosas pasan y no nos vamos a enojar, sólo espero que en el futuro cambien la situación", dijo Morra.

De acuerdo con el especialista en Nitsch, al artista le interesaba exponer en el país por el contexto de violencia en el que se vive.

"El hombre conoce la violencia, está en su naturaleza, pero no todos somos violentos; lo que a Nitsch le interesa es reflexionar sobre esta condición humana, desea que la gente tenga conocimiento sobre el ser, sobre la existencia. La violencia no es sólo exclusiva de México, están en todas las naciones del mundo", refirió Morra.

Y agregó: "Nitsch ama la vida, está fascinado con el gusto de vivir, está fascinado con la naturaleza y la naturaleza es caos".

Las consecuencias. Patrick Charpenel, director del Museo Jumex, renunció a su cargo tras la polémica cancelación de la muestra retrospectiva de artista Hermann Nitsch, según el diario The New York Times.

De acuerdo con la publicación, Charpenel dejará el museo en marzo, según dijeron fuentes anónimas al diario neoyorquino.

Personal del recinto explicó a EL UNIVERSAL que Charpenel se encuentra en Arco Madrid y prefirieron no dar detalles sobre la presunta renuncia. Sin embargo, se aseguró que el director "continúa trabajando y prepara la siguiente exposición del Museo Jumex".

El pasado 30 de enero y sin explicaciones, la Fundación Jumex Arte Contemporáneo informó que la exposición de Nitsch estaba suspendida.

Días después, el 11 de febrero, Charpenel explicó a este diario que la cancelación se debió a que "el país está pasando por momentos difíciles, la sociedad está muy sensible a cualquier expresión de violencia y, aunque nosotros valoramos el arte de Nitsch, nos preocupó el momento que atraviesa nuestro país". Y aseguró que la decisión no se derivó de "ninguna presión externa".

jram