La lucha interna de clases pudo ser causante del colapso de la gran ciudad de Teotihuacan, plantea un estudio basado en las excavaciones de Teopancazco, uno de los barrios ubicados alrededor del centro de la metrópoli.

Linda Manzanilla, antropóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autora del análisis, explicó que a estas zonas periféricas de la antigua ciudad llegaban a trabajar inmigrantes de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca e incluso Chiapas.

Sin embargo, sus condiciones laborales no eran adecuadas. A cambio de largas y extenuantes jornadas, recibían alguna cosa para comer, indica el estudio, integrado por datos de excavaciones hechas por casi diez años y análisis de ADN, reporta El País.

Los vestidos y mantas de algodón fino de Veracruz adornados con conchas de moluscos eran la especialidad del barrio de Teopancazco, ubicado a casi dos kilómetros de la pirámide del Sol, centro de poder de la urbe prehispánica.

No obstante, señala El País, aún es un misterio cómo era el gobierno de Teotihuacan. Manzanilla precisó que se trataba de una ciudad organizada de forma corporativa, es decir, dirigida por varios jefes al mismo tiempo. Estas élites controlaban las rutas comerciales y las materias primas. "Bajo su sombra estaban las élites de los barrios, una nobleza menor cuyas rutas comerciales eran más modestas, pero cuyo poder y riqueza fue creciendo con el tiempo", indica el diario.

Así, el fuego que en 550 arrasó con la poderosa urbe, puede explicarse en el enfrentamiento de estas dos clases sociales: los jefes de los barrios aledaños al centro contra los gobernantes y su forma de Estado corporativo.

"Es posible que emergiera una burguesía o una clase media en Teotihuacán, muy agresiva en su competencia y muy deseosa de poder", explicó Manzanilla a El País. Esa clase "pudo organizar una revuelta contra el co-gobierno del Estado teotihuacano, quizás por ver amenazadas sus prerrogativas y autonomía", finalizó.

sc