Premian al "cazador de monstruos"

PERSONAJES. Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes, acompaña al intelectual nicaragüense durante la ceremonia de premiación. (Foto: EDUARDO VERDUGO. AP )
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
Asumido públicamente como discípulo de Carlos Fuentes; definido como un escritor que ha "buscado siempre indagar en la sustancia de la realidad para nutrir la imaginación"; oficiante de una literatura latinoamericana que ante la demasiada violencia exige que "para entrar en el siglo XXI tenemos que dejar atrás primero el siglo XIX", Sergio Ramírez recibió ayer el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español, con un discurso en el que señaló que "el escritor no es otra cosa que un cazador de monstruos".
Al recibir el galardón que fue creado en 2012 para honrar la memoria de Carlos Fuentes, "el más universal de los escritores mexicanos", el novelista, cuentista, ensayista, periodista, político y abogado nicaragüense aseguró que hoy en día, tanto en Nicaragua como en México y en América Latina priva una violencia que no busca transformar a la sociedad para hacerla más justa sino una violencia criminal para envilecerla, sin embargo tiene la misma raíz que se alimentan en la pobreza.
"Los escritores latinoamericanos somos cronistas de hechos y debemos registrarlos, exponerlos a la luz pública, iluminarlos. Somos testigos privilegiados de las ocurrencias de la vida cotidiana trastocados por la violencia, el miedo, la inseguridad, la corrupción, las grandes deficiencias del Estado de derecho. Somos testigos de cargo. Mi oficio es levantar piedras', decía José Saramago, no es mi culpa si debajo de esas piedras hay monstruos que quedan al descubierto'".
Luego de recibir el galardón de manos del presidente de México, Enrique Peña Nieto, que consiste en una escultura de Vicente Rojo y un cheque por 250 mil dólares y es entregado por el gobierno mexicano a través de Conaculta y en colaboración con la UNAM, el autor de Margarita está linda la mar habló de la importancia de la palabra y la literatura, de la imaginación, de los escritores, de la casa de puertas abiertas que ha sido México con los centroamericanos, de la inteligencia de Carlos Fuentes, a quien calificó como un escritor que "pintó con palabras todo un mural en movimiento".
Sergio Ramírez (Masatepe, 1942) dijo que Carlos Fuentes pintó un mural como los que Diego Rivera y José Clemente Orozco pintaron con los pinceles pasados por la pólvora y el fuego. "Pero al pintar la historia de México con los colores de la imaginación que nunca desprecian la realidad, pintaba también a América Latina y nos enseñaba en su visión ecuménica que somos un organismo vivo de vasos comunicantes, realidades compartidas, sueños y derrotas y también compartidas, de desilusiones y esperanzas compartidas".
Durante la ceremonia celebrada en el Museo Nacional de Antropología, donde también estuvieron presentes Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes; el rector de la UNAM, José Narro Robles; el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayfett; y el presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, el narrador que fue vicepresidente de Nicaragua dijo que "la literatura no existe para convencer a nadie, sobre credos e ideas, sino para hacer preguntas" y agregó que cuando un escritor se expresa como ciudadano desde su tribuna que es la literatura, su voz se multiplica y está ejerciendo su primer deber cívico, como enseñó Fuentes: "No callarse frente a las injusticias, las imposiciones y las ignominias".
Intelectual libre y crítico. Heredero del Realismo mágico y del Boom Latinoamericano, inscrito en la tradición literaria de Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez fue definido por el presidente de México como un intelectual libre y crítico. "Como narrador, ha compartido al mundo las historias de su país y ha reflexionado sobre temas internacionales por medio de la cultura. Le ha dado voz a los que no la tenían. Nos ha contado lo que vivieron las mujeres y hombres de la Revolución Sandinista, para que no se pierda el recuerdo de aquella lucha social".
Sergio Ramírez, quien recibe el premio después de que en 2012 lo hiciera Mario Vargas Llosa, fue reconocido por "conjugar una literatura comprometida con una alta calidad literaria y por su papel como intelectual libre y crítico, de alta vocación cívica".
El intelectual que agradeció la compañía de su esposa Tulita, de sus hijos, y de su nieta mexicana, concluyó: "La creencia de que el mundo puede ser cambiado por los libros es una arrogancia, más bien el mundo debe ser interrogado una y otra vez desde los libros, es ahí donde reside ese poder incesante y soberano de la imaginación".
jram





